Familia, educación y género

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Con fecha 2 de octubre y siendo, en aquellos momentos, vocal de la junta de la Asociación de Orientación familiar LLAR, se publicó en el boletín de la asociación un artículo firmado por mí, con el título de este artículo de opinión.

Hacía tres meses que tuvo lugar en Madrid una de las manifestaciones más multitudinarias de la historia de la democracia española, aunque el baile de cifras de los asistentes, según de donde procedía el recuento, fue sencillamente esperpéntico.

Los que vieron por televisión o en la prensa y los que asistimos no tuvimos ninguna duda de la envergadura del evento, pero la ideologización fue de tal calibre que negó la evidencia.

Ha llovido mucho tiempo, no olvidemos la fecha de su publicación. Y escribí: “¿De qué ideología estamos hablando? De la ideología de género, pues, aunque desde ciertos sectores se alegaba que fue exclusivamente un alegato contra los homosexuales, no una afirmación a favor de la verdad de la Familia, debemos tener todos muy claro que la ideología de género, que busca instalarse en nuestra cultura (prueba de ello es el cada vez más difundido uso de la expresión género, en vez de la palabra sexo) va en pos de la destrucción de la Familia con unas tesis falsas… Usar la palabra género en nuestro lenguaje no es simplemente un signo de moda. Detrás de ese término se esconde una ideología que busca abrirse paso en las conciencias para instalarse en nuestra cultura”.

Y yo me pregunto, ahora: ¿Todo esto no se manifiesta en nuestro contorno político-cultural? ¿Había pues, motivos para la manifestación del 18J?

Muchísimos españoles, unos más conscientes que otros, gritábamos en nuestros corazones, que no podíamos permanecer pasivos ante semejantes aberraciones antropólogas, pues nos jugábamos mucho. La extensión de esta ideología de género ha producido muchos dramas y urge hacer algo.

Y ¿qué podemos hacer? Pues, en primer lugar, formarse para poder dar argumentos sólidos y poder crear nuestra propia cultura. Esta debió ser la tarea después de la manifestación del 18J, y así lo dije en el articulo publicado.

Ha comenzado el periodo de vacaciones para algunos de nosotros, y aún estamos a tiempo de adquirir esta formación, pues el agua pasada no mueve molinos. Tenemos a nuestro alcance una gran cantidad de publicaciones sobre este tema.

Podéis encontrar muchos libros publicados, y conferencias impartidas, pero yo aconsejo, porque lo estoy leyendo, el libro de María Calvo Charro, titulado: “Alteridad sexual. Razones frente a la ideología de género”.

https://www.nazaret.tv/video/41/mariacutea-calvo-en-los-diaacutelogos-del-almudiacute-039alteridad-sexual-aproximacioacuten-cientiacutefica039

También podéis escuchar numerosas conferencias impartidas por Benigno Blanco, sobre esta cuestión.

https://www.youtube.com/watch?v=GdI8IBuJCS4

Si no lo hacemos, se podría pasar a la historia en esta batalla por la verdad, como lo que refleja el poema escrito por el pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892-1984). Trata sobre la cobardía de los intelectuales alemanes tras el ascenso de los nazis al poder y la subsiguiente purga de sus objetivos escogidos, grupo tras grupo. Trata de temas como la persecuciónculpa y responsabilidad.

Las versiones más conocidas del discurso son los poemas que comenzaron a circular en los años 1950. El Museo Memorial del Holocausto de los Estados Unidos cita el siguiente texto como una de las muchas versiones poéticas del discurso:

«Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.

Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.

Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.

Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.

Luego vinieron por mí, pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada».