¿Soy de pueblo?

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A veces un sonido, un olor una imagen ….. te transportan al pasado y te recuerdan años de vivencias.

Esta mañana me ha venido al recuerdo un anuncio de correos, se ha pasado muy poco, que define muy bien y con pocas palabras lo que quiero decir… Hace años ser de pueblo suponía retraso en la información, sanidad y formación deficitarias y hasta un comercio pobre…, ¡si hasta las calles tardaron en asfaltarse! y encima, menospreciados: “paleto”, “pueblerino”…

Y no quedaban ahí las cosas, eran las condiciones de vida tan duras y de carencias a las que había que hacer frente diariamente, eso provocó un gran éxodo del medio rural a las ciudades donde descubrían lo menospreciados que eran precisamente por los habitantes de ciudad que menos tenían de que alardear: «yo soy persona de asfalto», decían para marcar esa diferencia…, pero no siempre era así, toda la vida ha habido personas de pueblo orgullosas y satisfechas de serlo, que habiendo salido del pueblo han decidido volver, incluso no salir.

¿Qué me ha disparado estos recuerdos?… Una señora, que presume de «ser mujer de asfalto», una señora, que no tiene vida social, ni lúdica, que solo sale a la calle para hacer sus compras y pasear sin más, pero, ¿de qué presumes tú? –pensaba-… y me acordé del anuncio.

Es cierto que sigue habiendo un éxodo, que vacía pueblos, “la España vacía”, los últimos habitantes que quedan, en su mayoría mayores, se quejan de la falta de servicios y ahora peor que antaño, porque ya saben lo que hay en las ciudades y lo quieren. ¿Cuál es la solución?…

Si es que vamos siempre a lo mismo, facilitar la inversión, ayudar al autónomo y pequeña y mediana empresa para que creen puestos de trabajo y, sobre todo, potenciar el sector agrícola y ganadero, atraer turismo de interior, la creación de centros de descanso y relación con el entorno rural y la naturaleza… Con trabajo, y calidad de vida, volverán jóvenes al pueblo, tendrán hijos, habrá escuelas y sanidad, habrá comercio…
Perdida en mis recuerdos, he dado una vuelta de cómo los pintan en las canciones

De ese «Pueblo blanco”, de Serrat, que anima a dejar el pueblo, y lo pinta como un lugar lúgubre, que ya no existe, al «Quiero volver», de los Pasos, que marca el desencanto de la ciudad y la añoranza del pueblo…

Y mientras meditamos sobre la España vaciada no nos paramos a pensar en esas África y Suramérica, que estamos ayudando a vaciar… Son los jóvenes y niños, los que vienen, sin preparación, sin formación, pero en edad de formarse, trabajar y reproducirse, dejando en sus países de origen a los más viejos, enfermos y pobres.

¿No será mejor llevarles proyectos de formación y desarrollo en sus países de origen?

Evitaría muertes en el desierto y el mar, en el caso de África, de mafias que trafican con personas de todas partes… y exigir responsabilidades a sus respectivos gobiernos, responsables directos de la mala situación de sus países, que les obliga a salir y que son muchas.

También telefónica sacó un anuncio, cantando a la nostalgia de los emigrantes, en este caso la no nostalgia, por poder comunicarse telefónicamente…, no dice de dónde sacar el dinero para pagarlo…
Del mismo modo, España tuvo emigrantes, no solo hubo éxodo a las ciudades, también a otros países, pero era una emigración reglada, con contratos, las más de las veces, formados, que iban a trabajar, respetar las costumbres y cumplir sus leyes, algo que no es precisamente lo que nos entra a nosotros ahora.
¿Qué nos traerá este año?

Por una España «rellenada» por un África y Suramérica «rellenadas», por una inmigración controlada por el bien de todos, por un mundo mejor fabricado con proyectos basados en eficiencia y eficacia y sin “buenismo” demagogo y populista. Tomemos conciencia y aportemos nuestro granito de arena, aunque solo sea votando con realismo y que lo podamos disfrutar todos con salud y paz.