Cuando se hunde un barco se llama a puerto, pero cuando se hunde un castillo al completo es irremediable que ocurra tarde o temprano. Que Irán y Rusia, ambos países que amo pero cuyos gobiernos desprecio por completo y que pienso ver caer, hayan firmado acuerdos para construir nuevas centrales nucleares tras la destrucción de las anteriores por el ejército israelí en la guerra de los 12 días solo es una solución a corto plazo que nunca llegará a prosperar.
Primero, ninguno dará nada a cambio y Rusia exigirá a Jamenei que los rusos puedan cumplir su más anhelado sueño, el que soñaban los zares, pero más Stalin y la URSS y es acceder al Golfo Pérsico para llevarse a casa un buen barril de petróleo. Pero los iraníes no van a permitir esto, además Irán tiende cada vez más a ser y lo será en el futuro post-ayatolá, un país de energías renovables solar y eólica. El propio Shah dijo que un día el petróleo se acabaría y habrían de buscar otra fuente de ingresos.
Segundo, estando el régimen tan desamparado les pedirán ayuda para incluir mercenarios rusos para sus filas y les venderán más drones para seguir amenazando la integridad territorial de Europa y la OTAN y seguir matando a ucranianos. Los iraníes han dicho basta y Jamenei no es inmortal, es un esperpento que aunque aparenta fortaleza en realidad se consume por el cáncer de próstata que arrastra desde hace 16 años, no van a permitir que venda su país para sostenerse en el púlpito. Si no ha descendido ya al averno es por los médicos de lujo que le atienden mientras los iraníes de a pie tienen incluso que vender a veces algún que otro órgano suyo para que sus hijos no perezcan en un hospital y puedan salvarse, por no haber no hay ni aguja e hilo, ellos mismos tienen que llevarla al médico. Este es el auténtico legado de la Revolución que medio mundo aplaudió en 1979, pobres ilusos ciegos.
Está bien, que el régimen se ponga un parche en la pupita, pero lo mismo hizo Al-Assad en Siria creyendo que un día su hijo le sucedería ¿Y dónde está ahora Al-Assad? Pues ahí está el ejemplo o como diría el sabio Mario Moreno ahí está el detalle.
Mal ejemplo solo conlleva al mismo final para el que lo copia. Quizás unos meses pero no más. No se puede maquillar a un cadáver de 46 años de opresión cuando ya ha perdido todas las corrientes galvánicas que le daban vida, incluso aunque se conecte a la de Putin acabará por volar por los aires, incluyendo al mausoleo de Jomeini con turbante y todo.
Añado que aquí mismo en España tenemos otro cadáver que aparenta fortaleza, pero por muy maquillado que vaya o por muchos baños de rejuvenecimiento que se dé en saunas está de sobra acabado por todas partes. Pero eso ya es otro artículo.
