domingo, 12 octubre, 2025

Más lectura

Editoriales y Portadas

La tétrada maligna

En la rama de especialistas de la conducta humana hay quien
opina que el mal que padece Pedro Sánchez es la egolatría
consecuente con su vanidad, soberbia, autismo, narcisismo y
ambición. Otros lo caracterizan por la pulsión de poder tan
intensa, que los principios morales se la tren al pairo. Desvelo,
ira y retortijones tendrá el hombre insaciable (Eclesiástico 31,
23). Otro más lo califica como un gigante con pies de barro,
ofuscado por el frenesí y el reconcomio que le producen los
jueces, la UCO y cierto periodismo. Los pocos con los que
todavía no ha podido. Está en ello.
Pero la obra del prestigioso psiquiatra Ortega Monasterio (Un
ensayo sobre la maldad. Lanza 2024), sin proponérselo, define un
perfil que se aproxima bastante al inquilino de La Moncloa.
Aunque avisa de que el análisis de la maldad corresponde a la ética,
a la pedagogía, a la ciencia jurídica, a la religión por ser un
concepto esencialmente moral, él lo observa desde el análisis
descriptivo del comportamiento humano en sus versiones nocivas
para sus congéneres. Aborda los conceptos clínicos del
comportamiento maligno en cuatro dimensiones caracteriales, la
llamada tétrada maligna de la personalidad (la dimensión
psicopática, el narcisismo, el maquiavelismo y el sadismo).
La humanidad ha sufrido y sufre personajes presos en esta tétrada,
carentes de escrúpulos y de autocrítica con sus mecanismos
engañosos, que argumentan falazmente en beneficio de sus
intereses y en perjuicio de cualquier otra consideración. Se creen
sus propias mentiras para justificar prejuicios, fracasos o para
disculparse ante una situación inaceptable.
Por el contrario hay, también, algunos atrevidos, ¡qué digo!
delirantes, que se han venido arriba y le han propuesto como
candidato a ser premiado con el Nobel de la Paz. Ni cortos ni
perezosos han puesto en marcha por las redes la recogida de firmas
en donde se nos ofrecen sus méritos: “con su humanismo y coraje
contra el genocidio en Gaza, ha hecho de España un faro de la
justicia global”. Una hipérbole de la adulación indecente. Pero esos
quedan como párvulos en la rendición de vasallaje. Ahí está la
diputada granadina que propone canonizarlo, elevarle a los altares.
San Pedro de Gaza.
Insuperable.

Julián Delgado (escritor)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Artículos populares

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies