sábado, octubre 12, 2024

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527º Aniversario de la Toma de Granada

La historia es lo que tiene, que es eso… HISTORIA, y no puede cambiarse ni debe olvidarse.

No pretendo entrar en el debate de estar a favor o en contra de la Conmemoración de la Conquista de Granada por los Reyes Católicos, que como bien saben todos ustedes tuvo lugar en Granada como cada 2 enero; tampoco en el juego de quienes intentan por todos los medios, – …y cuando digo medios quiero decir los medios – y basándose en razonamientos pseudológicos, acabar con la identidad de España, con sus tradiciones, sus creencias mayoritarias y con sus valores históricamente instituidos en nuestra sociedad.

Pero lo que es cierto….a mi modesto entender, que es un grave error de apreciación o de intencionalidad, intentar descalificar el proceso de la Reconquista dando para ello argumentos y razonamientos desde una óptica del siglo XXI.

Los hechos históricos deben ser objeto de estudio y reconocimiento, pueden ser criticados en base a los contextos que se vivían en el momento de su realización, pero siempre con el máximo rigor histórico, teniendo en cuenta las realidades políticas, económicas, sociales y culturales de la época.

Ondeando el estandarte de los Reyes Católicos

Resulta muy cómodo, criticar los hechos históricos desde casa; basta únicamente con colocar un artículo en las redes sociales, mientras nos comemos un sándwich; nos bebemos una coca-cola y nos vestimos con ropas de marca o no, pero “a la moda”, o nos vamos en masa a la conmemoración de cierto suceso histórico y vociferamos, silbamos y abucheamos el acto mientras nos bebemos una litrona. Pero no pensamos, que en la mayoría de las ocasiones, hoy podemos realizar eso que estamos haciendo, precisamente para criticar esta efemérides, gracias a multitud de personas…unas anónimas y otras con gran renombre, que dieron su vida…para que hoy en día, esos que se sientan en el ordenador a criticar las gestas históricas, lo puedan hacer; pusieron su grano de arena para que el transcurso de la historia de España, evolucionara hasta llegar a ser tal como la conocemos en nuestros días.

Todos los momentos de esa historia, aunque desde el punto de vista actual nos parezcan absurdos, salvajes o simplemente “nos den igual”, llevan un componente de sacrificio humano y de tragedia -en muchos casos- que como mínimo requieren un profundo respeto; un sentimiento de orgullo con las personas que siguiendo unos valores, sentimientos y creencias de la época dieron su vida en ese momento por lo que entendían que era lo mejor para la Corona de Castilla y Aragón; un reconocimiento como parte de nuestra historia y -si cabe- un exhaustivo estudio para que en un futuro no tengan que repetirse.

En lo referente a la Reconquista, debemos saber que, – a pesar de lo que corre por muchas de nuestras redes sociales – la conquista del reino de Granada es el resultado de un extraordinario proceso que se acelera a partir de 1480. Una vez conseguida la pacificación interior de Castilla y cuya culminación se desarrolla el 6 de enero de 1492, con la rendición del Emir de Granada Muhámmad XII, más conocido como Boabdil el Chico. En ella participaron tropas reclutadas por los Reyes Católicos, hermandades, tropas nobiliarias y de las diferentes Órdenes Militares, milicias concejiles y tropas mercenarias con el ánimo de someter al poder musulmán, a terminar con la piratería del mediterráneo, a controlar el Estrecho de Gibraltar y al establecimiento de bases en el norte de África, aprovechando las divisiones internas de los partidarios zegríes de Muley-Hacén, rey de Granada desde 1464, con los de su hermano El Zagal, rey desde 1485, y los abencerrajes de su hijo Boabdil, rey tras la guerra civil granadina de 1486 al 1487. 

Entre 1485 y 1488 caen en poder de los castellanos las principales plazas del reino, como Ronda, Marbella, Loja, Málaga, Almería y Baza. Hasta culminar en 1492 con la roma de la ciudad de Granada.

Capilla Reyes Católicos -Catedral de Granada -

Las sucesivas victorias y el fin de la guerra con la toma de la ciudad, originaron una serie de capitulaciones en las que se demostró siempre la voluntad tolerante de los Reyes Católicos. Los vencidos sólo fueron obligados a entregar las fortalezas y las armas de fuego, pero se les permitió fijar su residencia y mantener sus bienes, posibilitando la salida de los prefirieron marcharse al norte de África. 

Este respeto mostrado por los reyes se hace notorio tanto en la concesión de derechos como en una generosa amnistía concedida a los vencidos; así como el reconocimiento de una cultura diferente, trasladándose ello en la aceptación por parte de los castellanos de las costumbres, ritos y prácticas religiosas; de las autoridades judiciales, administrativas y religiosas musulmanas y en el respeto a una organización social, régimen hacendístico y en general a las formas de vida musulmanas, inviolabilidad del domicilio, respeto a la propiedad privada, libertad en el ejercicio del comercio con Castilla y con el norte de África. Exigiendo únicamente el reconocimiento de la soberanía de los Reyes, la entrega de prisioneros previa compensación económica y la reserva para los castellanos de las administraciones militar y fiscal, pero también se favoreció a los dirigentes granadinos con jurisdicciones señoriales y dinero. 

Esta era en un principio la voluntad y lo que llevaron a cabo los Reyes Católicos…pero como hoy en día todos sabemos, son numerosos los elementos que intervienen en la vida pública y socio política de un país, no sólo la voluntad de sus dirigentes, por lo que años más tarde todo cambiaría habida causa de múltiples factores, haciéndose esa convivencia cada vez más dificultosa.

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