En una jornada marcada por la devoción y el fervor mariano, la Hermandad de la Divina Pastora de Santa María vivió hoy un momento histórico con el traslado de su Corona a la Santa Iglesia Catedral para la celebración de la esperada Coronación Canónica.
El cortejo, acompañado por fieles, devotos y cofrades, partió desde la parroquia de Santa María entre cantos y oraciones, en un ambiente de recogimiento y emoción compartida. Uno de los momentos más significativos de la jornada fue el honor concedido a Don Andrés Laredo y Don Jesús Lamia, hermano de la Hermandad Nacional Monárquica de España, quien tuvo el privilegio de portar las andas que sostenían la corona destinada a la Santísima Virgen María. Este gesto, cargado de simbolismo, subrayó la profunda unión entre la hermandad, su historia y los laicos comprometidos que hacen posible cada paso de la tradición.
La Coronación Canónica de la Divina Pastora no solo representa un reconocimiento a la devoción secular que el pueblo de Santa María ha mantenido hacia su Virgen, sino también un acontecimiento de gran relevancia espiritual y cultural para la diócesis. La ceremonia, que tendrá lugar en la Catedral, reunirá a representantes de distintas hermandades, autoridades eclesiásticas y una multitud de fieles que desean acompañar a su Pastora en este día de gloria.
Con este acto, la Divina Pastora de Santa María se incorpora al reducido y distinguido grupo de imágenes coronadas canónicamente, un privilegio otorgado por la Iglesia que reconoce la hondura de la fe popular y la importancia de la devoción mariana en la vida de la comunidad.
La jornada del 21 de septiembre de 2025 quedará grabada en la memoria de los cofrades y devotos como un día de júbilo y de historia viva, donde la fe y la tradición se han dado la mano para honrar a la Madre de Dios bajo la advocación de Divina Pastora.