El coronel de Infantería Raúl Suevos se ha alzado con el tercer puesto en el concurso de relatos Felipe VI. Pertenece a la XXXV promoción de la Academia General Militar y ha desarrollado su vida militar entre las unidades de montaña y destinos en el extranjero, también con la participación en diversas operaciones exteriores. Es colaborador habitual de la Revista Ejército y su afición por la escritura le viene de su paso por destinos relacionados con la comunicación pública como ocurrió en Florencia donde fue jefe de prensa de Eurofor, o en Estrasburgo, como director de comunicación y relaciones públicas del Eurocuerpo.
Intentaremos conocer un poco más de él
¿Qué nos puede contar el tercer premiado del concurso “Felipe VI” sobre su relato?
Describe una conversación entre Pelayo, el rey astur, y uno de sus lugartenientes. La estructura, casi teatral, me permite convertir al gran rey en relator del nacimiento del Reino de Asturias que acaba de cumplir los 1300 años de historia en 2018. La falta de datos concretos en la que se encuentra, aún hoy en día, la llegada de los musulmanes, la batalla del rio Guadalete y la propia gesta de Covadonga facilita la recreación novelada de aquellos momentos históricos tan trascendentales para España.
Son muchos años desde entonces ¿Pueden aportar algo personajes y acciones tan lejanos a las peculiaridades del mundo actual?
Por supuesto. El personaje de nuestro primer rey está cargado de valores positivos e imperecederos. El espíritu de sacrificio, la capacidad de sufrimiento, la abnegación, la resiliencia y, por encima de todos ellos, el sentido del deber que en su caso reviste especial importancia pues el mundo al que pertenece acaba de desaparecer y él, aún sin saberlo, está llamado a crear una nueva legitimidad, una nueva nación, España.
No cabe duda que los valores permanecen, pero ¿Aquella monarquía tiene algo que ver con la actual?
Sin duda alguna. La legitimidad histórica, en mi opinión, emana de la de Pelayo. Indudablemente nuestra monarquía parlamentaria se fundamenta en la actual Constitución, pero si miramos en nuestro entorno no encontraremos una línea de continuidad semejante en ninguna de las naciones vecinas. Covadonga es mucho más que un hito histórico y los españoles debemos sentirnos orgullosos de nuestra trayectoria en general y particularmente de la institución que ha servido de elemento vertebrador a lo largo de toda ella, durante 1300 años.
¿Ve usted en la actualidad algún reflejo de la gesta del rey Pelayo?
Los actuales enemigos de España son menos sangrientos que las huestes de Tariq ben Ziyad pero sin duda son más insidiosos y, como el conde don Julián, trabajan desde dentro. Nuestro rey, SM Felipe VI, no necesita ponerse al frente de ningún ejército, pero no me cabe la menor duda que su intervención, con ocasión del discurso de octubre de 2017, fue el de mayor trascendencia para la nación española desde el que diera su padre en febrero de 1981. Estoy seguro de que el rey Pelayo aprobaría su iniciativa.
¿Y más allá del rey?
Es indudable que, como casi todo Occidente, pasamos por una época de relativismo en la que los valores morales parecen perder el aprecio de las nuevas generaciones; la clase política, como espejo en el que debemos mirarnos, no es ajena a ello; pero no hay que perder la esperanza, porque siguen saliendo jóvenes que, en casi todas las facetas de la sociedad, dan muestra de esos valores que señalábamos en Pelayo y que, por lo tanto, nos mantienen en la esperanza de que nuestra nación supere estos momentos de duda y disgregación por los que pasamos.
¿Su condición de militar le ha servido a la hora de “atacar” el relato?
Indudablemente. Esos valores que antes señalaba son los mismos que nos inculcan a los oficiales en la Academia General Militar y en la Academia de Infantería. Por otra parte, los principios básicos del arte militar permanecen en el tiempo y permiten, en cierta medida y siempre desde el hecho novelado, enfocar con cierta soltura la parte militar del relato.
El concurso Felipe VI lo promueve la Hermandad Nacional Monárquica de España ¿Qué opina de esta institución?
Confieso que este ha sido mi primer contacto, pero desde el primer momento mis impresiones son muy positivas y creo que su labor a favor de la institución monárquica, cuya cabeza, SM el Rey, encarna la Jefatura del Estado, me parece encomiable y necesaria; especialmente en estos momentos en los que la figura del Rey se ve sometida al interesado ataque partidario de algunos elementos.
Muchas gracias
A ustedes por el tiempo que me dedican