́ ́Me encantaba aquella casa y quería enseñársela al mundo para compartir la grandeza de este país. Los objetos, duran más que las personas y contienen ideas, identidad, historia, belleza ́ ́
Jackie Kennedy, 1963.
Así describió Jackie Kennedy una semana más tarde del asesinato de su esposo su etapa en la Casa Blanca, cuando accedió a ser entrevistada. Esa etapa coincidió con el rescate que hizo la Primera Dama de los objetos y muebles históricos que habían estado en la residencia presidencial durante el mandato de Lincoln (1861-1865) con quien los Kennedy gustaron siempre compararse.
Fue el 14 de febrero de 1962 cuando la Sra Kennedy salió en televisión y llevó a dar un paseo por la Casa Blanca, haciendo posible su acceso en todos los hogares americanos y que vieran como vivían el Presidente y su familia. Pero también fue una visita cultural e histórica, para que un país conociera su historia y de donde venían sus gentes. Hay que destacar que Jackie llevase a ver las habitaciones que Lincoln había ocupado y con sus muebles originales, y que además mostrase el Manifiesto o Discurso de Gettysburg de 1863 por el cual Lincoln liberó a 4.000.000 de esclavos.
Algunas voces críticas dijeron sin embargo que la Sra Kennedy había afrancesado demasiado la Casa Blanca, dado que compró también muebles estilo Luis XVI y estilo Imperio francés para la zona que ellos habitaban, pero eso fue solamente un toque personal, dada la notable francofilia de la
Primera Dama. El recorrido y documental tuvo tanto éxito que Jackie Kennedy ha sido la única Primera Dama en la historia de U.S.A que ha ganado un Premio Emmy.
Sólo un año antes, en 1961, La Princesa Grace Kelly hizo lo mismo con el Palacio de Mónaco, de hecho la Sra Kennedy sacó la idea para la Casa Blanca cuando vio el recorrido que la Princesa hizo con la televisión monegasca. Grace vio el estado lamentable en el que el palacio se encontraba cuando empezó a vivir allí con Rainiero III, había habitaciones abandonadas desde hacía más de 20 años, es decir, desde la II Guerra Mundial.
Habiendo sido actriz Grace no tuvo problemas en conquistar a la cámara, pero dado ya su avanzado conocimiento en la historia del país y del palacio consiguió que el equipo no solo restaurara el edificio entero, sino que además se recuperasen los objetos originales que habían ido a parar a almacenes o anticuarios, exactamente como hizo la Sra Kennedy. Ambos documentales tuvieron éxito y ayudaron U.S.A y a Mónaco no solo a conocer su historia, también a contactar con sus familias gobernantes.
Y ahora se preguntarán ¿Por qué cuento todo esto? Pues porque el año próximo se cumple un evento importante y son los 150 años de la Restauración Borbónica (1874-1931) y la vuelta de Alfonso XII El Pacificador, y uno de los mejores Reyes que España tuvo y que desgraciadamente se fue demasiado pronto.
Aunque mal vista por años por muchos historiadores, la Restauración ahora sin embargo ha ganado partidarios y admiradores, porque la alternancia de partidos políticos, el turnismo y el sistema bicameral y una constitución bastante longeva, instauraron la paz y pusieron fin a medio siglo de conflictos y pronunciamientos en España y el país avanzó lenta pero notablemente.
Mi idea es esta. Los mejores expertos en ese período de nuestra historia deberían en un documental sobre la vida de Alfonso XII y la Restauración llevar a dar una visita por el Palacio Real, y que se transmitiera en TVE, mostrando las estancias que el Rey ocupó en su infancia y posteriormente ya cuando reinaba. Añadiría además París, ciudad en la que habitó junto a su madre Isabel II cuando se exiliaron en 1868 y posteriormente el Teresianum de Viena, donde cursó sus estudios, amén de la Real Academia Militar de Sandhurst en Reino Unido donde se formó como soldado.
Hasta aquí podríamos hablar de la primera parte de ese documental. Ya en la segunda trataríamos su vuelta al trono y una visita al Congreso de los Diputados para mostrar documentos históricos como la Constitución de 1876 o la Carta de Martínez Campos a Cánovas del 27 de diciembre de 1874, justificando el pronunciamiento de Sagunto que proclamó a Alfonso XII Rey tras la fallida I
República, amén del Manifiesto de Sandhurst redactado por Cánovas y firmado por el Rey, anunciando su vuelta al trono tras el exilio.