La ínclita ministra de Defensa, M.Robles, siguiendo la inveterada costumbre de mentir de su jefe, ha afirmado que las Fuerzas Armadas, fuera de la UME, no tienen nada que hacer en la lucha contra los incendios, en respuesta a la petición que hizo Feijóo en ese sentido. Ante la catástrofe de los incendios de mayores dimensiones del siglo, la ministra pasa por encima de la ley, del sentido común y de la historia.
La LO 5/2005, de 17 de nov., de la Defensa Nacional, en su artículo 10 apdo. 3, determina que Las Fuerzas Armadas, junto con las Instituciones del Estado y las Administraciones públicas, deben preservar la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas, conforme a lo establecido en las leyes.
La desconsideración al sentido común es manifiesta: El Estado no puede contar con una institución con capacidades sobradas para paliar los efectos de una catástrofe y no utilizarla en esas circunstancias.
También niega la historia. El Ejército ha participado siempre en mitigar las catástrofes que ha sufrido España, en función de la categoría de éstas. Las FAS disponen de medios humanos y técnicos que le permiten desde abrir cortafuegos y caminos, organizar evacuaciones, establecer campamentos para damnificados, montar hospitales y cocinas de campaña, aportar medios de transporte terrestre, aviones, barcos etc.
Desde que la susodicha ministra tomó posesión de Defensa quitó el mando de la UME al Jemad, el militar de más alto rango, y se lo asignó a ella misma, rompiendo la cadena de mando orgánico militar. De tal manera que la decisión sobre si la UME necesita refuerzos del resto de las FAS es política, cuando debería de ser técnica. Robles, según la ley, asume la dirección técnica de la UME. Disparate singular.
Por eso, la ministra, siguiendo órdenes del puto amo, como ocurrió en Valencia con la Dana, pudo optar por mirar hacia otro lado y no enviar la ayuda mientras las CCAA del PP se quemaban, para luego aparecer él como el ángel salvador capaz de compensar los daños sufridos como consecuencia de la ineficacia de los inútiles de la fachosfera.
En Valencia le salió muy bien. Esta vez le va a resultar más difícil.
Julián Delgado (escritor)
