martes, 17 junio, 2025

Más lectura

Editoriales y Portadas

La ornitología del sanchismo

No sé cómo se puede acusar, sin que se les caiga la cara de vergüenza, y tipificar como delito las filtraciones de los mensajes de Ábalos, apuntando a la perversa oposición de su autoría o bien culpando abiertamente a la Guardia Civil. Se escandalizan los que bajo las siglas del PSOE, desde hace cuatro décadas, han filtrado a su diario de cabecera, El País, todo aquello que les ha interesado. Lo que llevó a decir a un fiscal que bastaba gastar unas monedas comprando dicho periódico para enterarse de los secretos de cualquier sumario. El último, el del Fiscal General imputado por revelación de secreto respecto al novio de Ayuso.

Tras la confesión del “Tronco” de la Montero, han quedado retratados como calumniadores al mismo tiempo que se han enterado de que esas filtraciones no son otra cosa que la cabeza de caballo, remitida por su amigo del alma, que se ha encontrado Pedro en la cama de La Moncloa como aviso de que si no le libra de la cárcel, está dispuesto a tirar de la manta y exponer sus vergüenzas en la plaza pública. Y lo librará por lo mismo que concedió la amnistía, el cupo… No tiene otra.

Están tardando en pedir perdón al Instituto armado, fiel servidor de la ley, que junto a la mayoría de los jueces, y teniendo que soportar a diario los embates y descalificaciones de la pedrosfera, son capaces de hacer que los ciudadanos, todavía, confiemos en las instituciones.

Buena parte de los mensajes publicados invitan a la chufla. Si a Robles la llama pájara, podemos pensar que sería de mal agüero; que si se hubiera referido a M.J. Montero, podría haberla llamado cotorra, perteneciente a la familia de los loros, conocida por su capacidad para imitar palabras; o a Puente, quebrantahuesos, que puede ser tanto cazador como carroñero; o a Ábalos, abubilla, que eran percibidas como ladronas en gran parte de Europa; o a Marlaska, milano negro, una rapaz de lo más oportunista y adaptable, de hábitos gregarios y tendencias carroñeras.

En este zoo ornitológico, a Sánchez le correspondería ser el pavo real, aunque siempre habría algún malvado que preferiría motejarlo de gallineta, no solo por lo de Paiporta, también por su enorme capacidad para adaptarse a cualquier ambiente.

Julián Delgado (escritor)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Artículos populares

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies