Es la continuación de una expresión popular que dice así: Cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo.
Y este dicho viene al pelo de quienes están en un gobierno que teniendo muchas cosas por hacer y algunas ya hechas, pierden el tiempo de los contribuyentes en algunas cuya discusión me parece fuera de lugar. Y este es el caso de la Consellería de Asuntos Sociales y Deportes en el publicitado tema del cambio del nombre a la instalación deportiva Príncipes de España.
Personalmente he hablado brevemente en no más de un par de ocasiones con Fina Santiago, pero sí la he seguido con mucha atención periodística en todo su quehacer político, y créanme si les digo que siempre la he considerado como una pieza importante en este ajedrez de nuestra comunidad.
Traigo a colación el tema que me ocupa por la noticia publicada sobre el cambio de denominación del archiconocido Polideportivo Príncipes de España. Y para justificar esa acción se divulgan los nombres de una serie de deportistas que se formaron y ampliaron su tecnificación en el Príncipes de España. Y es verdad y sé por muchos de los que conozco personalmente que así es. Pero eran otros tiempos, como también lo son los de los 9 de los 18 olímpicos baleares que también se han formado en ese centro de tecnificación.
Y que el conocido coloquialmente como Príncipes de España, sea reconocido como un centro de tecnificación deportiva nos satisface y creo que hasta se ha tardado mucho en darle su verdadero valor, pero escudarse en que el cambio de denominación se debe al informe de una denominada Comisión Técnica de Memoria y Reconocimientos Democráticos, me parece una broma de mal gusto. Dinero y más dinero invertidos en algo que tendrán que justificar muy bien para que alguien o alguienes hayan llegado a la conclusión de que dicho cambio obedece a que la denominación de Príncipes de España “no cumple con los parámetros constitucionales y democráticos”
¿Qué? ¡Como se les queda el ojo!, que dirían los castizos! ¿Qué la expresión Príncipes de España es anticonstitucional? ¿de donde se lo han sacado?, ¿y que además atente contra la democracia en este país?. Le digo a la Consellera con todo mi respeto lo mismo que le dije al Sr. Hila con el cambio de nombre de las calles. Tienen que cambiar de asesores o los ridículos se amontonaran lamentablemente en las muchas acciones que emprendan.
Miren, dejen de mirarse su ombligo partidista y reconozcan que la Constitución a la que se refieren puede ser la de 1931, en la que la realeza de España no figura por ningún lado, pero en la Constitución de 1978, incluso en la versión catalana, si que figura por extensión en su artículo 1.3 afirmando que la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
¿Y quienes son los que aseguran que la denominación de Príncipes de España no se ajusta a ningún parámetro democrático?
Es tan lamentable como ridículo escudarse en un informe de una Comisión para cambiar el nombre de una instalación para la práctica deportiva con argumentos como el que se ha dado. Es como si ahora al Centro de Alta Tecnificación que conseguí que se construyera en la Escuela Nacional de Vela Calanova siendo yo su Director en mi condición de funcionario de carrera de nuestro gobierno, y que Su Majestad La Reina Doña Sofía nos dispensó el honor de ceder su titulación, ahora la Comisión de marras interviniera solo porque no se ajusta a esos parámetros mal llamados constitucionales y democráticos. Es bien cierto que la Reina Sofía, no es republicana y según los valoradores de sus parámetros al ser emérita tampoco será constitucional.
¡Mare de Deu quin paquet!
El hasta ahora Príncipes de España es un excelente Centro de Tecnificación deportiva, y me siento orgulloso de su existencia, sobre todo por los excelentes profesionales que en todo tiempo han mantenido e incrementado su valor, y sí creo que debiera llamarse así, pero porque la Consellería así lo decidió sin ningún ridículo argumento añadido. De todas formas tampoco hubiera estado de más denominarle “Centre d´Alta Tecnificació de les Illes Balears. Prínceps d’Espanya”.
En nuestra tierra no necesitamos ninguna comisión que vele por los valores democráticos y su reconocimiento. Los tenemos muy claro. Dicen los que entienden en materias de la política que si quieres que un asunto nunca se resuelva o resuelva mal tienes que crear una comisión.
¡Ala i do! (en bon mallorquí)