Pensemos tan solo durante unos minutos (no hace falta más): Los mongoles están orgullosos de su imperio, los turcos del suyo, los chinos lo mismo, y también los franceses, los ingleses, los alemanes, los holandeses, los belgas… lo están los japoneses. Todo el Mundo está orgulloso de las hazañas militares de sus antepasados, que forjaron imperios masacrando a quienes se les opusieron; que, como en todas las guerras, saquearon y esclavizaron a los pueblos sometidos; que impusieron su ley y su cultura, borrando toda huella de la nativa si eso les convino. Gentes cuyo mérito fue ser más bestias que los demás, para así hacerse con un botín y unas tierras que no les pertenecían, mejorando con ello su propia situación y la de sus familias (excepcionalmente también las de sus pueblos) a costa del sufrimiento de los vencidos.
Todos salvo nosotros, que en América forjamos el nuestro más por medio del pacto y la ayuda a los oprimidos, que por la genuina conquista bélica; que, al tratarse la mayoría de los indígenas de aliados cuyo auxilio nos era imprescindible, porque éramos demasiado pocos para imponernos a viva fuerza, no les esclavizamos ni abusamos de ellos, no los asesinamos, sino que facilitamos su progreso y bienestar para garantizarnos su fidelidad (y funcionó); nosotros, que somos los que menos crímenes cometimos y más generosos fuimos… SI nos avergonzamos. Y nos avergonzamos tan solo porque los verdaderos esclavistas, saqueadores y genocidas, los protestantes anglosajones, nos acusan contra toda evidencia a los españoles de los delitos que ELLOS SI cometieron, y contra toda lógica a los americanos de ser tan cobardes y apocados como para sufrirnos sin rebelarse en tres siglos, siendo ellos millones y nosotros apenas tres decenas de miles… Está claro que de lo único de lo que tenemos que avergonzarnos a ambos lados del charco, es de ser tan tontos como para creernos unos embustes tan burdos.
Cuando nos invadieron los romanos, visigodos, árabes, no hemos ido llorando por las esquinas, sino que con todas las adversidades que hemos tenido que pasar, forjamos un espíritu de superación, incluso adoptamos muchas costumbres de los pueblos que nos conquistaron
Todo esto reforzado por traidores a España, que enarbolan banderas de otros colores, sobretodo Independentistas Catalanes y Vascos, estos últimos manchados de sangre, que mataron a hombres, mujeres y niños, en nuestra historia mas reciente, hablando de un Imperialismo español, sin ver ellos mismos sus propias miserias, que solo se mueven por el tema económico, no hay que olvidarse que en la actualidad el partido PSOE y PODEMOS, son cómplices consentidores de todo esto, sin avergonzarse lo mas mínimo, pidiendo perdón y arrodillándose si es necesario, por algo que nunca hicimos, los gobernantes a día de hoy viven en una continua mentira, el partido PODEMOS poniendo como ejemplo países como Venezuela y Cuba de democracias a imitar, un despropósito tras otro.
Cuando he viajado a otros países, a veces me han preguntado de dónde soy, y he contestado con orgullo de España, quien esconda su origen o lo oculte, está diciendo muy poco de él mismo, somos lo que somos, el pasado no se puede cambiar.
