¿Cuánto cuesta un simple e insignificante sillón cuando este ya ha perdido su verdadero motivo de existir y de usarse ? Servir a la nación y a los ciudadanos. Toda una libertad, podríamos decir, porque eso era hasta hace poco la Moncloa, el templo del servicio al país y un país libre, pero ahora es la guarida del Judas, del que ha vendido al país por estar 4 años más y yo os pregunto ¿ Hasta cuándo?
¿Debemos callarnos la gran parte del país solo para que un grupúsculo de autócratas nos gobiernen como si esto fuera la corte de Pisístrato de Atenas? ¿Escondernos? Eso es lo que quieren pero no somos de esos. Si no nos escondimos ante los franceses cuando la invasión de 1808 con Sánchez y compañía tampoco.
Nunca me he sentido tan avergonzado como ahora de ser español, si fuera antiguo militante del PSOE diría en alto que Sánchez no merece llamarse presidente ni demócrata, más bien caudillo o líder de la revolución, ya que nada le gusta más a un narcisista que ser el centro del mundo y del universo, pero ignora que es del tamaño de una hormiga y que el peso de las acciones hacen que al final estas caigan sobre quien las perpetró.
Por ello digo que sigan las protestas contra Sánchez, y más contra la Ley de Amnistía, que no es más que un borrón y cuenta nueva, como si no hubiera pasado nada, como si no hubiera habido hace 6 años un intento de golpe de estado separatista y quebrar el legado de la constitución y su propia estructura.
Sr Sánchez los tiempos de los señores feudales se han acabado, y el vasallaje más si cabe, porque no somos vasallos. Somos ciudadanos de PLENO DERECHO, sí lo digo en mayúsculas, y que están recogidos en un documento sagrado que está por encima de sus mediocres leyes y pactos y que se llama CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978. Usted ha roto el juramento de servir a los ciudadanos solo para servirse a si mismo.
Si los que se dicen políticos de ahora leyesen a Plutarco o Séneca tendría bien a recordar que aunque los tiranos usen el poder bruto para someter, más tarde que temprano ese poder se vuelve en su contra y acaba por devorarlos. Salta a la vista que 2.000 años después hay gente que no aprende ni aunque acabase sufriendo sus propios Idus de Marzo.
La calle es ahora nuestro único lugar para hacernos escuchar, sin violencia de por medio, no os pongáis a la misma bajeza que esos matones e ignorantes. Luchad, luchad, pero usando la inteligencia y la perseverancia que son el auténtico poder y muy poderoso.
