La autobiografía de la Reina del Crimen es sin duda el mejor libro, aparte de las novelas de Miss Marple y Poirot, que escribió en sus 86 años de vida. Comenzó a escribirlo en su casa de Nimrud, Irak, en 1950 y lo terminó en 1965 completando un total de 668 páginas, toda una vida en resumen.
Y que vida, de novela podemos decir. La comodidad y el lujo de su infancia en Torquay, los bailes y las fiestas de la Era Victoriana y Eduardiana, los viajes a Egipto con su madre, sus primeros experimentos con la escritura de niña, la muerte de su padre y los apuros económicos que pasaron, la I Guerra Mundial y su matrimonio con Archie el cual terminó en divorcio.
Prosigue luego con sus viajes al Oriente medio donde encontró la felicidad y el amor por segunda vez con el arqueólogo Max Mallowan, la II Guerra Mundial y el final del Imperio Británico y su renacimiento como arqueóloga aficionada y como dramaturga con la Ratonera, que aún hoy cosecha grandes éxitos.
Nunca fue una mujer de rendirse y de tirar la toalla, y eso que la vida la golpeó varias veces, pero en su fuero interno sacaba unas fuerzas asombrosas para volver a levantarse y seguir con la exploración como escritora y también como mujer, madre, esposa y abuela. Resolver el mayor caso de su carrera, la vida misma y conocerse a uno mismo.
Agatha Christie aún es hoy en día la escritora inglesa, junto con Shakespeare, más leída del mundo y sus obras han sido llevadas al cine y al teatro. Pero para mí su vida es más digna aún de verse en la gran pantalla. Dejo el resto a conocer por ustedes, mis queridos lectores, para descubrir como una mujer criada a finales del siglo XIX creó un nuevo género literario, casi comparándose a Arthur Conan Doyle con Sherlock Holmes y rompiendo el molde de lo que se esperaba de las mujeres en ese tiempo. Eso sí, para leer a Agatha Christie siempre es mejor subirse a un tren, que te sirvan una buena taza de té y que te sumerjas en el ambiente. Solo así consigue uno crear un mundo que por antiguo que parezca, está más vivo que nunca y lleno de misterios a resolver junto a Poirot y Miss Marple.
Por mi parte la Reina del Crimen tiene una matrícula de honor en sus memorias, las cuales cuando se publicaron en 1977 y tras pasar un año de su fallecimiento solo hicieron crecer aún más una fama mundial que nunca se apagará.