La vida pasa lentamente, a veces. Otras, eternamente. Sin apenas darnos cuenta, cuando quieres darte cuenta, y finalmente cuando quieres reflexionar acerca de tu vida, ves que en tu camino quedaron muchos tramos por recorrer. Los que pudieron ser los más bellos, y que por falta de tiempo, dejamos pendiente para recorrerlo un “luego” que nunca llega.
La vida pasa y se nos van escapando trozos de vivencias que queremos compartir y que, esta vida de hoy, nos arrebata sin piedad, lamentándolo después cuando ya no hay vuelta atrás.
Hoy quiero hacer mis reflexiones sobre cosas que quise decir y no dije, las que dije y debí callar, las que quise hacer y no hice, y las que ya no podré porque se me fue el tiempo.
Quiero recordar a las personas que amé y a las que dejé en el camino, por cobardía, miedo o inseguridad. Personas que siguen, algunas queriéndome, otras que se perdieron en mi vida, las que he olvidado, y a las que recordaré siempre…, y YA NO ESTÁN.
A todas ellas, les guardo un inconmensurable cariño, porque siempre dejaron huella de su paso en mi vida. Quiero recordarlas y mantener su recuerdo “imborrable” en mi corazón.
Personas valientes, que me dieron fuerza. Sabias, de las que aprendí. Honestas, que me guiaron. Humildes, que me enseñaron a amar. Ricas, que me advirtieron… ¡Hasta del malo aprendí, que no debía ser mala!
De todos, cogí lo mejor que creí, y creo que acerté bastante, pues a pesar de los golpes que me ha dado la vida he sabido caminar bien y guiar a los míos.
Por eso, quiero en mi recuerdo, a todos, dedicar estas palabras a las gentes que se sienten fracasadas, olvidadas y no amadas. Las que creen que pasaron por la vida sin pena ni gloria, decirles que, con solo haber pasado por la vida de alguien, nuestro recuerdo queda para siempre en ellos, y aunque creamos que no hemos hecho “nada”, ese “nada”, se transforma en algo tan especial que queda imborrable en nuestras vidas, pasando de unos a otros recordándoles siempre.
Hoy quiero, desde mi FE, y SIN DUDA ALGUNA, recordarles y decir que, desde el lugar en que les ha tocado estar desde que se fueron de nuestras vidas, SIGUEN PRESENTES queriéndonos, protegiéndonos y guiándonos en nuestro andar diario.
Gracias a todos ellos, pues ¡TODOS! dejaron algo bueno EN MI VIDA.
*Publicado en la Revista de Semana Santa La Duda. Agrupación Aparición de Jesús a Santo Tomás de la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús RESUCITADO, Cartagena, 2009.