El domingo más cercano al 14 de julio es el día que los franceses celebran el aniversario de la Bastilla, inicio de una revolución que iba a cambiar el mundo, con un magno desfile en los Campos Elíseos de Paris. Este año, entre otras unidades, figura como invitado de honor el Eurocuerpo, el Cuartel general de Cuerpo de Ejército que, con sede en la ciudad de Estrasburgo y Francia, Bélgica, Alemania, España y Luxemburgo como naciones marco, mejor simboliza el objetivo de construcción de una defensa plenamente europea, al que tan cercano se muestra el presidente Macron desde su llegada al poder en Francia.
Por parte española, en el Eurocuerpo, están destinados unos 130 hombres y mujeres a cuyo frente se encuentra el general de división Fernando García Blázquez, en cuanto Jefe del Estado mayor. Todos ellos desarrollan sus cometidos en inglés como lengua de trabajo y desde su creación han desplegado en Bosnia, Kosovo, Afganistán o Mali. Sus oficiales de carrera, pronto, comenzarán a ser ingenieros de organización industrial porque ese es el grado en el que los forman en la Academia general militar de Zaragoza.
Viene lo anterior a cuento del congreso que esta pasada semana han desarrollado los ingenieros de organización en el Principado, del que la prensa a dado cuenta incidiendo de paso en que la Universidad de Oviedo ha anunciado el inicio, en este ya próximo curso, de la nueva titulación en la Escuela politécnica de Gijón y para la que las preinscripciones auguran un éxito total. A mí me ha llamado la atención que nadie haya caído en la cuenta que esta titulación es en la que se forman nuestros oficiales; los que nutren y nutrirán las filas del Regimiento del Príncipe nº 3 y también las del Eurocuerpo, las de la Defensa Europea en el futuro.
España ha sido pionera en ver la importancia de estos estudios para la formación militar y ya hace 9 años se cambiaron los planes de estudio para adaptarlos a la Europa viniente. El ingreso se hace mediante concurso oposición en el que la parte concursal puntúa las asignaturas de la carrera que los opositores traigan ya aprobadas por lo que es muy posible que algunos de los futuros alumnos gijoneses opten por dar el salto desdeViesques a Zaragoza; lo que daría también a Asturias la posibilidad de aumentar la representación de la región en el cuadro de oficiales nacional, siempre por debajo de la tasa que le correspondería. A ver qué pasa, a ver si tendremos capitanes de Gijón.
Los dragones representan el nuevo modelo de vehículo de combate sobre ruedas para la Infantería española. El BMR lleva más de 40 años por esos mundos sin Dios, allí donde España ha participado en misiones exteriores, Bosnia, Kosovo, Afganistán, Iraq o Líbano. Alguna me olvidaré. En todas se señaló que ya no respondía a las necesidades del moderno campo de batalla pero no fue hasta que en Líbano una coche-bomba acabó con la vida de seis de nuestros soldados que el gobierno se puso en marcha. Ahora, de forma irregular, pues no estaría en las atribuciones de un gobierno en funciones el aprobar este tipo de gasto, se aprueba la puesta en marcha del proyecto que resultará en 284 dragones que darán protección y nuevas y mayores capacidades a nuestras unidades de Infantería.
Un sistema de armas como este consta de varios complejos procesos de fabricación pero parece ser que la parte más importante se llevará a cabo en Trubia, en Santa Bárbara sistemas, lo que, junto con los mecanizados Pizarros de ingenieros ya en marcha, dará como resultado una importante carga de trabajo durante varios años que servirá para paliar en parte la trágica desindustrialización de la región. Bienvenidos los dragones, aunque no vuelen.
Curioso que esta misma semana nuestros vecinos santanderinos hayan creado el primer clúster de industrias de la defensa con implicación de universidad e instituciones. ¿Va ser que allí hay más iniciativa?