En primer lugar deseo una feliz Navidad a cada uno de mis lectores y a los miembros de la HMNE, con la esperanza de que este año 2025 que se aproxima pueda ser redondo en la salud, sueños y trabajo. En segundo lugar y como cada año, no puedo decir nada en contra del mensaje de Nochebuena de Su Majestad, creo que ha sido mejor que nadie quien ha reflejado el verdadero sentido de deber de estado.
Podrán los partidos más radicales de un bando y otro tacharlo de decepcionante o pomposo por haberse transmitido desde el Palacio Real en vez del de la Zarzuela, pero anoche vimos a un hombre entregado a su labor y mucho más que eso. Vimos a un auténtico político, padre, esposo y monarca al servicio de sus semejantes, defendiendo el derecho de los ciudadanos, la constitución y el legado del 78 y no olvidando a las víctimas de la Dana, tema que más trató a lo largo de la noche. Es de aplaudir que incluso aquellos que echan de menos la república hayan reconocido que los Reyes en estos dos últimos meses han dado más ejemplo de servicio a su país que todos los políticos, que no hacen más que pelear en el congreso por nimiedades absurdas. Suficiente con esto.
De modo, queridos lectores, que podemos decir que la monarquía goza de una salud de hierro para muchos años aún. El trabajo de ser Rey es mucho más que heredar el peso de la historia, es vivirla, servirla, repararla y aportar ejemplo a quienes la siguen.