El presidente de la Hermandad Nacional Monárquica de España, D. Francisco Rodríguez Aguado, junto con el alcalde de la localidad jienense de Santa Elena, D. Juan Caminero Bernal, han descubierto una placa conmemorativa del traslado del cuerpo sin vida de la Reina Isabel I la Católica a Granada.
La Comitiva fúnebre paró en Santa Elena y en su Parroquia fue depositado y velado el cadáver de la Reina de España, mientras el séquito que la acompañaba descansaba.
En su intervención, el presidente de la Hermandad Nacional Monárquica de España, dijo que «Granada tuvo que ser, como dice la canción, testigo del ferviente amor de una Reina por su Esposo y por su pueblo. Una Reina que en su testamento deja muy claro que antes que Reina es humana, de ahí el gesto de vestir el hábito franciscano como mortaja, de ser enterrada con unas exequias sencillas, humildes…, como si de cualquier persona del pueblo se tratara, pero sobre todo, la presencia de los pobres, los sencillos…, el pueblo en definitiva, que hasta el último momento está presente en esta Reina desconocida, ignorada… y que tanto bien hizo a la unidad de España…»
En otro momento de la intervención de D. Francisco Rodríguez Aguado, dijo que «Santa Elena, es una de esas ciudades privilegiadas, por ver como el cuerpo sin vida de la que había sido Reina… de la ya España, quiso morar por unas horas en su Iglesia Parroquial. Alli, se veló su cuerpo y el séquito pudo descansar antes de continuar camino a Granada, a esa Granada que tenía prisa por llegar, como les deja encomendado a sus albaceas, “lo antes posible”…»
«Doña Isabel la Católica y Santa Elena. Dos Reinas, dos hijas de la Iglesia; dos mujeres sencillas; dos personas al lado del pobre, del marginado… Dos mujeres que pasaron a la historia por realizar hechos de valor incalculable. Una conquistó para la cristiandad todo el territorio español; la otra, encontró la cruz donde murió el Señor…Por eso, la Reina Católica, tenía que visitar esta ciudad de Santa Elena…. Por mucha prisa que tuviera en descansar en Granada, tenía que parar en Santa Elena…,» manifestó también el presidente de los monárquicos españoles.