jueves, abril 25, 2024

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En esta nueva temporada del diario, pues “estrenamos” subdirector

En esta nueva temporada de la revista pues “estrenamos” subdirector y, en este primer artículo, paso a hacer mi presentación: Mi nombre es Manuel de Cristóbal, soy abogado y resido en Madrid. Como el Derecho “da pocos problemas”, animo mi existencia con mi interés por otros temas más conflictivos como Historia, Genealogía, Heráldica, Premiología, etc.

“Me han ofrecido voluntario” para escribir un artículo con carácter semanal. Afirman que es un honor pero también supone una obligación más a sumar a las muchas anteriores y a las que Jueces y Fiscales hacen caer sobre mí, cual meteorito sin capacidad de esquivar.

Aceptada esta triste condición porque no voy a cambiar una profesión que me gusta y porque no voy a decir que no a los amigos que invitan a alguna cerveza de vez en cuando, el suscribiente y quienes me ayudan en el trabajo diario, sufridores también de estos devaneos, accedemos con resignación a la designación como “voluntarios”.

No puedo comenzar sin expresar un recuerdo para “El Tigre del Maestrazgo” y su inseparable compañero “El Ideólogo” (que figuran en el Registro civil como Don Ramón Forcadell y Don José María Domingo-Arnau) con quienes he compartido tantos eventos y me “confabulaba” a menudo.

Mi intención inicial es escribir (más o menos) un artículo semanal sobre el tema principal de esta revista y los temas colaterales ya citados: Heráldica, Nobiliaria, Corporaciones, etc. También incluiré algún recuerdo a peripecias pasadas sobre el Maestrazgo, etc. La mayoría de los artículos serán originales pero no descarto el “autoplagio” de algunos artículos de actualidad. Por tanto, “autoplagio” avisado, consentido y, últimamente, tan de moda. De hecho voy a comenzar así.

Ahora que vamos por la “Segunda Ley de Memoria Histórica”, podemos recordar hechos que ocurrieron con motivo de la aplicación de la versión 1.0. de ese texto.

En aquellos años, más o menos el 25 de marzo del 2010, en plena efervescencia revisionista, apareció un “escudo franquista” en la zona Cáceres. No vamos a dar muchas más pistas porque hoy, a diferencia de ayer, existe una nueva Ley de Protección de Datos, que impide dar nombres…

El Concejal de Infraestructuras y Desarrollo inmediatamente tuvo conocimiento de la existencia del mismo, se escandalizó pues al parecer nunca había visto ese “escudo franquista”, en sus paseos por Cáceres.

El escudo estaba realizado en una plancha de cobre, bronce o aleación similar que el tiempo había alterado, haciendo difícil saber a simple vista cuál era el metal empleado. El escudo era de bella manufactura y llevaba allí desde principios de los años 40 del siglo pasado.

O el Concejal no sabía leer muy bien o carecía de todo tipo de conocimiento heráldico porque distinguir un escudo de los Reyes Católicos y un “escudo de Franco” es muy sencillo: Si tiene una “banda”, donde pone “tanto monta, monta tanto”, es de los Reyes Católicos; y si en él se lee “Una Grande y Libre”, es de Franco (a grandes rasgos pues ya trataremos el “escudo de Franco” de forma más extensa).

El escudo fue retirado. Retirada que fue objeto de escándalo en la prensa local. Algunas personas de fuera, entre las que me incluyo, tratamos de informar sobre el asunto.

Ahora, pasados los años podemos contar algo más.

Contaban los viejos del lugar que, terminada la Guerra Civil Española y en pleno auge de la Italia de Mussolini, se propuso levantar un monumento en la zona de Cáceres y, tal fin, se comunicó a la Embajada Italiana. El Gobierno Italiano no sólo se mostró encantado, sino que aportó para el proyecto un bloque de piedra de una de las más acreditadas canteras de Italia.

El Alcalde del momento, predecesor del Alcalde “retirador de escudos”, en reconocimiento a la colaboración italiana renombró la plaza como “Plaza de Italia”.

Me contaron los viejos del lugar que existían algunas fotografías de la inauguración, con una representación de la Embajada italiana. Hay que reconocerles el esfuerzo porque el viaje Madrid-Cáceres, a 50 km/hora, sin aire acondicionado y con puertos de primera categoría, tenía su mérito o sufrimiento pues no se hacía en tres o cuatro horas como hoy, en día.

Actualmente, si consultamos los archivos, el monumento figura construido en el año 1958, siendo alcalde don Casto Gómez Clemente. Según los archivos, el monumento fue realizado por el Arquitecto municipal don Ángel Pérez.

El monumento a Colón y los Descubridores Extremeños tiene una imagen de Guadalupe repujada en metal por don Eulogio Blanco.

Dejando claro lo que me contaron los ancianos de la zona y lo que consta en los archivos, paso a recuperar un artículo de aquel entonces sobre las diferencias de escudos, pero eso será para el próximo número.

Manuel de Cristóbal

Abogado

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