Consuelo Jiménez de Cisneros ha obtenido el tercer premio de poesía en el IV Certamen Internacional de la H.N.M.E. con su romancero RETRATOS EN ROMANCE DE DIEZ REINAS DE ESPAÑA. Es Catedrática jubilada de Lengua y Literatura Española, poetisa desde la infancia y autora de más de un centenar de publicaciones entre libros de poesía, novelas, biografías, adaptaciones, antologías y artículos de investigación y divulgación literaria.
Doña Consuelo, felicidades por este premio. ¿De qué trata su obra?
Antes de nada, quiero agradecer este premio a todas las personas que han intervenido como Jurado y en los trámites que conlleva la organización de un concurso como este. Mi obra, tal como señala el título, recoge diez retratos (en el sentido extenso de la palabra, es decir, con rasgos físicos y morales) de diez reinas de España que, cronológicamente, van desde Isabel la Católica a doña Sofía de Grecia.
¿Cuál ha sido su propósito al escribir este romancero sobre reinas y no sobre reyes?
Precisamente pretendía resaltar el papel de la mujer en la monarquía española. Y no hablo solo de mujeres que han sido reinas por sí mismas (como Isabel la Católica) sino también de reinas consortes, de esposas de reyes cuya influencia (en las artes, la beneficencia o la política) ha sido muy relevante y, sin embargo, son figuras poco conocidas. Lo que quiero decir es que los logros de Isabel la Católica los saben todos, pero ¿sabemos que Margarita de Austria fomentó las artes y luchó contra la corrupción? ¿O que la tradición del Belén la trajo a España María Amalia de Sajonia? ¿O que Victoria de Saboya organizó y financió de su bolsillo las primeras guarderías para hijos de lavanderas y las siguió pagando anónimamente desde su exilio italiano? Junto a estas mujeres ejemplares hay otras que han pasado a la historia, al arte y al folklore por otros motivos, como Juana de Castilla llamada la Loca, símbolo de un amor conyugal incombustible, o María Mercedes de Orleans, que con su prematura muerte protagoniza romances populares. En fin, cada retrato tiene su interés.
¿Cómo se le ocurrió presentar su obra a este concurso? ¿Conocía la Hermandad Monárquica?
La verdad es que no conocía esta institución, donde veo que hay personas muy relevantes que pueden aportar mucho a la vida pública española. En cuanto al premio, me enteré por la información que pasó Consuelo Giner, Presidenta de la Asociación Cultural Espejo de Alicante, que precisamente ha conseguido el primer premio de poesía. En aquellos momentos estaba yo en Nueva York visitando a mi hijo que trabaja allí, y como llovía y no podía salir de casa, se me ocurrió empezar a redactar esos romances para participar con ellos en el concurso. Me pareció una convocatoria original, un pequeño reto, y decidí afrontarlo, y ciertamente me hizo ilusión la noticia de que había sido premiada, sobre todo por la posibilidad de que otras personas puedan leer y conocer lo que escribo.
Entendemos que, al participar en esta convocatoria, usted se identifica con los valores monárquicos. ¿Cómo valora usted la monarquía hoy en día?
Me gustaría contestar a esta pregunta con la respuesta que me dio mi hijo mayor (que tiene un destino representativo de España en Naciones Unidas) cuando le pregunté, en cierta ocasión, qué opinaba de nuestro rey, Felipe VI. Me contestó: “Es nuestro mejor embajador. Una especie de “superembajador” de España, y cada vez que sale fuera, consigue cosas buenas para España…” Con esto me basta para simpatizar con la monarquía. Sobre todo en los tiempos que corren, cuando se cuestiona la unidad de España. El rey me parece un elemento de unión y como tal tiene todo mi apoyo. Por otra parte, pienso que son una zafiedad los ataques y ninguneos que ha tenido que soportar en cierta comunidad autónoma. Pero yo diría aquello de que no ofende quien quiere… etc.
Para finalizar, ¿qué cree usted que la poesía puede aportar hoy en día, a una sociedad tan saturada de mensajes, y qué cree que aporta su poemario premiado?
La poesía, hoy y siempre, es la expresión de unas emociones y vivencias que los seres humanos comparten en una comunidad concreta, y también de contenidos universales: el amor, la muerte, el sentido de la vida… De algún modo, en estos sencillos “retratos de reinas” todo esto está presente. En esta obra en concreto, se trata, como decía, de una evocación de personajes femeninos estrechamente ligados a la monarquía y a la historia de España. Son personajes, pero también personas, y es lo que procuro resaltar en mis versos. Por ejemplo: la inmensa elegancia y discreción de las dos últimas reinas de mi romancero: Victoria Eugenia de Battenberg y Sofía de Grecia.
Muchas gracias y suerte en sus próximas empresas literarias.
Gracias a vosotros por vuestro reconocimiento a mi poesía y por vuestra labor. En una sociedad plural como la nuestra, hay que reivindicar todas aquellas actuaciones encaminadas a mantener y ensalzar valores que nunca deberían pasar de moda. En este caso, recordar la importancia de la monarquía en la historia y la actualidad de España.