No ceso de recordarte en esta tarde tranquila, el dolor que tu inspiraste, melodías o poesías; Y lo que muchos propugnan tomándote por baluarte; aunque quizás te confundan haciéndote escaparate. Amor que sueñan los justos, amor que tantos persiguen, amor que parece nulo cuando las guerras persisten. Sin embargo estás presente, sin mostrarte muchas veces, solo; puede retenerte quien de verdad te merece.
