La República y su hoguera de las vanidades
Si Savonarola destruyó cientos de obras de arte, libros, tapices y cuadros renancentistas en su hoguera de las vanidades de 1492 al morir Lorenzo el Magnífico o si los franceses y rusos destruyeron iglesias, criptas, catedrales, palacios y hasta bibliotecas durante sus revoluciones de 1789 y 1917 o los nazis con miles de libros y cuadros cuyos autores eran judíos, la II República Española no se iba a quedar en el último puesto, al contrario, creo sinceramente que se propuso batir el récord.
Ni un mes hacía que se había proclamado cuando entre el 10-13 de mayo ardieron al menos 170 conventos, iglesias, monasterios y colegios católicos. El gobierno central no hizo nada por evitarlo, aunque el ministro de la Gobernación Miguel Maura quiso desplegar a la Guardia Civil, pero sus compañeros de gobierno, encabezados por el presidente Niceto Alcalá Zamora y por el ministro de la Guerra Manuel Azaña, se opusieron, reacios a emplear a las fuerzas de orden público contra el pueblo y restando importancia a los hechos. pues como bien dijo Manuel Azaña:
-Todos los conventos de España no valen la uña de un republicano
En 3 días se perdieron obras de arte litúrgico, barroco y Renacentista, pero también muchas bibliotecas y servidor que no puede callarse la verdad histórica que muchos de arriba intenta silenciar lo cuenta hoy aquí.
En la calle Isabel la Católica ardió la Casa Profesa de los Jesuitas, que luego serían expulsados tras ser su patrimonio confiscado por el gobierno. Su biblioteca, considerada la segunda mejor de España, se perdió en el fuego. Ardieron 80.000 volúmenes entre los que se contaban obras de Lope de Vega, Quevedo, Calderón de la Barca o Saavedra Fajardo.
El colegio de la Inmaculada y San Pedro Claver y el Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) de la calle de Alberto Aguilera. Su biblioteca con 20.000 obras quedó reducida a cenizas, entre las que se encontraban 100.000 canciones populares recopiladas por el Padre Antonio Martínez. Mismamente ardieron todos los libros de la colección del Padre García Villada entre ella sus libros particulares, colección Razón y Fe, papeles y todas las fichas. También se quemó el centro de enseñanza de Artes y Oficios de la calle de Areneros. En estos incendios se perdieron para siempre obras de Zurbarán, Van Dyck, Coello etc…
Ardieron mismamente:
- Iglesia parroquial de Santa Teresa y San José de los Carmelitas Descalzos de la Plaza de España.
- Colegio de Sagrado Corazón de Chamartín.
- Colegio de Nuestra Señora de las Maravillas de Cuatro Caminos.
- Convento de las Mercedarias Calzadas de San Fernando.
- Colegio de María Auxiliadora de las Salesianas.
- Convento de las Bernardas de Vallecas.
A esto le siguieron el ejemplo en Málaga, Valencia, Sevilla, Granada, Córdoba, Cádiz, Murcia, Alicante. Pero no solo con incendios y destrucción, se profanaron tumbas, sepulcros y basílicas en todas estas ciudades. En Málaga fue profanada la Iglesia de San Pablo y sus tumbas, los asaltantes luego se pasearon por el barrio de la Trinidad con la cabeza del antiguo sacerdote clavada en una pica.
El arte religioso corrió la misma suerte y Málaga fue la ciudad que más pérdidas surfrió y buena parte de su patrimonio religioso, artístico, cultural e histórico fue destruido para siempre. No solo la destrucción o semidestrucción de edificios, sino las pérdidas de archivos históricos importantísimos, piezas de orfebrería, ricos bordados, imágenes de incalculable valor, antiquísimas pinturas y bibliotecas serían de inviable cuantificación e imposibles de recuperar. Obras de arte Barroco del escultor Pedro de Mena como el Nazareno del Dulce Nombre de Jesús del Paso, el Crucificado de la Buena Muerte y la Virgen de Belén de la Iglesia de Santo Domingo fueron destrozadas a martillazos y decapitadas.
Se organizó entonces una gran hoguera en la Plaza de la Merced, a donde fueron arrojados las esculturas del artista Fernando Ortiz como el Cristo orando en el huerto y el Cristo yacente del sepulcro de la Iglesia de San Agustín, mismamente el fuego devoró las escultura de José Mora, entre ellas el Nazareno caído.
Ante estas atrocidades el gobierno de la república miró hacia otro lado. El 11 de mayo la Agrupación al Servicio de la República condenó los hechos y publicó un artículo firmado por Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Pérez de Ayala que rezaba lo siguiente:
Quemar conventos e iglesias no demuestra ni verdadero celo republicano ni espíritu de avanzada, sino más bien un fetichismo primitivo o criminal que lleva lo mismo a adorar las cosas materiales que a destruirlas.
Solo dos días después el Diario El Socialista publicó esto:
La reacción ha visto ya que el pueblo está dispuesto a no tolerar. Han ardido los conventos: Esa es la respuesta de la demagogia popular a la demagogia derechista
Y pese a que se intentó apaciguar la situación solo empeoró, pero ello no evitó que Azaña declarara orgulloso en octubre de ese mismo año que España había dejado de ser católica.
¿Quién escuchó en 5 años?
Me gustaría terminar este artículo añadiendo como fueron de trasfondo aquellos 5 años de gobierno republicano hasta que estalló la Guerra Civil. Si hubieran escuchado las súplicas dejando a un lado la revancha se podría haber evitado todo esto. Pero no quisieron que fuera de otro modo que el que ellos querían.
Entre 1931-1936 hubo un total de:
21 Estados de prevención
23 Estados de alarma
18 Estados de guerra
6 Intentos de golpe de estado, 4 organizados por la izquierda radical y 2 por la derecha
5.000 Huelgas
2.225 asesinados en peleas callejeras y manifestaciones
7.000 religiosos asesinados
¿Quién escuchó en 5 años e hizo algo por evitarlo?
¿¿Que se siente al ser un lameculos vasallo y arrastrado?? ¿¿Es facil de digerir el esmegma monarquico?? ¿¿Cuanto tiempo tarda en formarse el callo rodillero de tragar nobles sables?? ¿¿Se usa vaselina para recibir las embestidas anales de sus majestades?? ¿¿ Para usar informacion sesgada y manipulada se nace o se hace un miserable uno a medida que sale del fango??
«Cara oculta de la II República» y que cierto es Sería importante que esto y mucho más de los desmadres y barbaridades de esa llamada «II República» lo conocieran esa juventud que, sin formación alguna, pretenden una nueva República. Ciertamente un Gobierno elegido por todo el pueblo sería el más justo, pero en nuestro país, de tradición monárquica, ese sistema no ha funcionado nunca, ninguna de las dos Repúblicas consiguieron bienestar, trabajo, mejora de la sociedad. Envidia de las monarquías europeas. Añado que nuestra monarquía, constitucional
tiene un sistema jurídico que ofrece todas las garantías, además la formación de nuestro Rey es única en Europa, fue educado para ser Rey, como lo es en estos momento la Princesa. Los más de 40 años de paz y progreso se lo debemos a la monarquía Recordemos cuanto bien hizo Don Juan Carlos que hoy se ha enturbiado con hechos, verdad o mentira, que han desprestigiado tantos años de paz.