«Buscar la verdad es la más noble ocupación del hombre, su publicaciónun deber»
Queridos y amados lectores esta semana, precisamente este sábado, se ha cerrado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que ha habido en Irán un mes después de la muerte del Carnicero de Teherán. Ha salido elegido un reformista, el Sr Masoud Pezeshkian, quien entre sus promesas ha prometido ver la cuestión del velo obligatorio para las bien pensantes mujeres de la república
islámica, cansadas ya de tanta opresión. Pero quien tiene siempre la última palabra es el Líder Supremo. De modo, y como bien decía Madame de Staël, la verdad debe ser publicada y la verdad es que no ha cambiado nada. A pesar de la moderación del nuevo presidente hasta que no se hayan ido los Ayatollahs y el legado Jomeinista sea historia y polvo del desierto, Irán no será libre.
Y la verdad también es que en un país de 87.000.000 de habitantes solo ha votado el 13% en la primera vuelta y en esta segunda un 23% mientras que el 87% se abstuvo, negándose a seguir votando a un régimen al que ya muchos llaman ilegítimo, y razón no les falta. Son las elecciones menos votadas desde la revolución de 1979. Y en esta semana muchos disidentes, amparados al abrigo de la noche, han pegado fotos del Príncipe Reza Ciro Pahlavi como futuro candidato a unas elecciones de transición.
Él mismo hizo un llamamiento a no votar a través de su cuenta de internet, logrando el propósito, y esa misma semana tuvo la generosidad de hacer llegar un email al Líder Supremo advirtiéndole que pronto su régimen estará en el cubo de la basura, por la voluntad de los iraníes.
La paciencia ha llegado a su fin en la sociedad de Irán, compuesta en su mayoría por una generación harta ya del legado de la revolución, una revolución que nunca debería haber tenido lugar. Quieren un cambio y no un teatro disfrazado de elecciones. Es cuestión de meses, porque tras las muertes de Soleimani y Raisi, cabezas esenciales en la hidra del régimen, la república islámica
está herida de muerte y condenada al mausoleo de los malditos por la historia. Así pues, que pronto veamos un cambio es ya inevitable.