Y hoy ha empezado lo que algún día los historiadores llamarán la Era Carolina (REX CAROL) en latín y son varios los frentes que Carlos III tiene que resolver. Por un lado la crisis económica que pasa el Reino Unido, el tema de Irlanda del Norte, cuyos partidos unionistas desean la unión con Irlanda del Sur, los países de la Commonwealth que desean convertirse en repúblicas o el tema de la independencia de Escocia, así como acercar la monarquía hacia los más jóvenes que cada vez se muestran menos partidarios de esta.
Si hay algo que siempre he admirado de la Casa Real de los Windsor, aparte de su longevidad y capacidad de trabajo, es su supervivencia en situaciones extremas como las dos Guerras Mundiales o las crisis gubernamentales que han sufrido en los últimos años al haber cambiado tanto de Primer Ministro, lo llevan en la sangre el sobrevivir y el renovarse.
Tres horas ha durado la coronación en la Abadía de Westminster, y debo decir que pese a lo largo que ha sido, ha sido precioso e irrepetible, es un momento histórico, aunque algunos digan que esos fastos son cosas del pasado, un anacronismo, pero es historia y es tradición. Debo decir también que además la monarquía británica se ha renovado y adaptado a los tiempos actuales, ello se lo debemos en gran parte a S.M Isabel II que en gloria esté, y que supo renovar la institución. Esperemos que su hijo, quien tuvo en su madre a la mejor maestra del mundo y que supo enseñarle en que consiste encarnar una institución de más de 1.000 años y lo que es llevar una corona, esté a la altura. Lo estará, seguro.
A pesar de las voces republicanas, que a un lejano eco se asemejan en el Reino Unido, un 46% sigue apoyando la monarquía, no es solo ya por la historia, es también algo que forma parte del turismo inglés y del propio espíritu de la isla y por la historia y por como la vivimos quienes sabemos ver más allá de los fastos y boatos, sabemos que en algunos países el que haya un Rey equivale a equilibrio, continuidad, modernidad, libertad y sobre todo paz. Muchas veces no depende de los votos sino de la historia misma y el Reino Unido, al igual que España, cuando se ha visto
privado de sus monarcas se ha sumergido en las mareas negras de la violencia y el descontrol o la tiranía como sucedió en la Dictadura de Cromwell (1649-1660) el único momento de la historia en que Inglaterra no tuvo Rey. Tiempos ya pasados, a Dios gracias.
Desde la HMNE les deseamos a S.M Carlos III y a S.M la Reina Camila un próspero reinado y una renovación de la corona, para volver a acercarse a los jóvenes y al pueblo, primer paso ya dado hoy al haber sido una ceremonia modesta y con todas las comunidades religiosas del país y sus líderes como invitados a la Abadía. Nada más que decir.
GOD SAVE THE KINGS!