Cuando era pequeña me gustaba mirar las estrellas durante las noches de verano en el campo, miraba una de ellas, extendía mi mano hacia ella, cerraba un ojo y la mano, y decía: «he cogido una estrella»…, pero bastaba abrir ese ojo para ver que mi mano estaba vacía y la estrella seguía en el cielo, yo era una niña, una niña pequeña.
¡Cuántos adultos en la actualidad siguen cerrando un ojo persiguiendo estrellas y creyendo que las cogen! Pero son adultos, por lo menos en teoría, porque ¿se comportan como niños?
Año nuevo… vida nueva, dejemos de perseguir estrellas, abramos las manos y los ojos y veamos la realidad.
Después de un año de gobierno, ya sabemos de lo que son capaces algunos políticos, no dejemos que sigan enfrentándonos, rompiendo el país y su economía, invadiéndonos…
Abramos los ojos a la realidad y las manos a la solidaridad y al trabajo, y levantemos España para poder vivir en ella con salud, paz, justicia y libertad.
