¡Oh, naturaleza entera! Te escamoteamos vida; de ti siempre lo más bello recibimos y porfía te devolvemos incendios maquillados de vainillas; contaminamos los mares: petróleos y otras alquimias; surcando aviones el aire a compartir viaje invitan... y aunque todos lo sabemos he aquí gran ironía, tanto tierra, mar y aire, nuestro planeta agoniza. ¡SOS, por favor, qué impotencia!, ante la burlona risa que ofrece un horizonte a los que viven con prisas... y a costa de enriquecerse, parece que tranquilizan, sin pensar en el futuro. ¡Oh, tranquilidad vendida! ¡Oh, tranquilidad comprada! ¡Nuestro planeta agoniza!
