Ha dado comienzo la nueva etapa de Pedro Sánchez y su meta está muy clara… acabar con el régimen constitucional del 78 y presentar una nueva Constitución a su medida y para mayor gloria de su persona, auparse a la presidencia de la III República y ocupar el Palacio de la Zarzuela, mandando al Rey Felipe VI al paro, al ostracismo o al exilio. A él, poco le importa lo que les pase a los demás. Si tiene que mandar a la pira del sacrificio a Simón o Ábalos… pues se les manda. Si tiene que romper el pacto con Iglesias… pues se rompe. Si tiene… lo que sea, menos tocar a su excelsa persona.
En sus intervenciones televisivas, no hace falta que nadie le alabe… él solo se basta y sobra, para darse autobombo y sin ningún empacho, proclamarse salvador de la humanidad… de momento se ha conformado, solo, con la salvación de la población española, ¡¡gracias a su gestión…!! sin pizca de vergüenza, (antes muerto que sencillo) su impaciencia por desbancar al Rey, determinará el tiempo de ejecución de su plan.
Si todo esto el Rey y el Ejército a sus órdenes, no lo ven y le ponen coto de inmediato, es que son ciegos o cobardes… o las dos cosas a la vez y en ese caso, la población civil, prescindiendo una vez más del Rey, deberá levantarse contra los desalmados que ocupan la presidencia del actual Gobierno y ponerlos a disposición de la justicia. Si la población civil, en su mayoría, no lo ve, es que son ciegos, cobardes y además cómplices por indolencia u omisión.
*Iván Gonzalof para Periódico de Baleares