Hoy en día la cosmética industrial es la reina de los centros de belleza y boutiques de lujo, aunque muchos de sus productos parten de ingredientes químicos, los cuales pueden ser a veces perjudiciales para la salud. Hoy les traigo 3 recetas de cosmética natural junto con sus inventoras o seguidoras y el beneficio que aportan, aún a pesar de que también en esa época para maquillarse usaban el bicarbonato de plomo, lo cual era mortal al ir envenenando la sangre como le pasó a Isabel I de Inglaterra, hubo otras recetas de ingredientes naturales que siguen siendo famosas y aportaron muchos beneficios. La Poppeana, la mascarilla Sforza y los polvos de arroz.
LA POPPEANA-ROMA IMPERIAL
Era una mascarilla que inventó la emperatriz Popea, esposa de Nerón. Popea fue famosa por su falta de escrúpulos y abuso de poder, pero también por su célebre belleza y por implantar en la sociedad romana los baños de leche de burra para mantener la blancura y tersura de la piel, se dice que en su séquito la emperatriz llevaba al menos a 500 burras en cada viaje que hacía, junto con una bañera de plata.
En cuanto a la elaboración de la Poppeana esta se llevaba a cabo usando la miga de pan tras vaciarla de la corteza y el interior del mendrugo, y mezclándola con leche fría o tibia hasta hacer una papilla. Tras esto se escurría la leche que quedara en el cuenco y la Poppeana se aplicaba en todo el rostro y se dormía toda la noche con ella puesta, al día siguiente al estar seca se retiraba con mucho cuidado y la cara tenía aspecto de estar enyesada, ese yeso se quitaba lavando el rostro con leche caliente y luego agua tibia y jabón. Tras aquello la piel del rostro se mantenía pastosa e hidratada y adquiría un tono blanco perlado.
MASCARILLA SFORZA- ITALIA RENACENTISTA
Catalina Sforza, Condesa de Imola y Forzi, ha pasado a la historia como la Vampiresa de la Romaña y la Diablesa de Imola, dado que junto con sus ejércitos desafió al Papa Alejandro VI y a su hijo César Borgia en la defensa de sus señoríos cuando la amenaza papal llamó a su puerta,posteriormente fue capturada por César, quien la obligó a convertirse en su amante. Además de un carácter temerario y decidido era culta y el arquetipo de mujer renacentista, rubia y muy blanca y sentía un gran interés por las artes, la ciencia y la alquimia, además era experta en venenos y trató de envenenar a Alejandro VI con cantarella, que luego pasaría sin embargo a ser
conocido como el veneno de los Borgia.
Entre sus obras más famosas figura un recetario redactado por ella misma, con 450 fórmulas de belleza y medicina natural, lo cual la llevó a ser acusada de brujería. Una de esas recetas era para emblanquecer la piel a base de clara de huevo y media cucharada de azúcar, batiéndolo todo hasta crear espuma en la mezcla. Tras hacer la mezcla esta se aplicaba en rostro, cuello y manos y se dejaba actuar durante 10 minutos, tras los cuales había que lavar la zona aplicada primero con agua tibia y posteriormente fría. El resultado era un tono más blanco y la eliminación de manchas y rojeces y Catalina se lo aplicaba 3 veces por semana para conseguir el resultado deseado.