Si tú eres lector siempre podrás escribir tus experiencias y publicarlas gratis en plataformas editoriales en internet como LULU (con instrucciones en castellano), o Amazon (en inglés), no con la pretensión de ser un escritor famoso para vivir de ello, sino como realización anímica y personal. Otros amigos me dicen que sus ambiciones no son las de publicar, lo cual es también una opción. Hoy en día publicar on-line es económico en relación con los antiguos tiempos de la linotipia (Máquina para componer textos tipográficos que fundía el metal de las letras de una línea completa de texto y facilitaba la composición), por sus altos costes, pero ahora cualquiera, con un mínimo de dedicación, puede hacerse una auto publicación. En Amazon es como tirar un libro al océano Atlántico para que lo pesque un lector o una editorial importante, no de medio pelo.
Cuando decides ser escritor profesional tienes que vender tu pluma Montblanc y escribir en ordenador, y luego pagar a un corrector de estilo, para dejar tu novela impoluta. Las novelas negras o policiacas son las que más se venden, y además pueden ser adaptadas al cine o a series de televisión como, El tiempo entre costuras de María Dueña, El capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte o El guardián invisible de Dolores Redondo, Apache de Miguel Sáez Carral, La catedral del Mar de Idelfonso Falcones etc. Pero ser como ellos es solo un sueño. Todo está muy bien y las ganas también sobradas, pero sin conocer ni la teoría ni técnica de la composición de una novela, no se puede escribir, ni tampoco, siquiera, un relato o un cuento excelente, y, menos aún una novela, no se trata de talento sino de técnica, que se aprende en los talleres de escritura creativa o a través de manuales como el de Secretos para escribir novelas y relatos de venta en Amazon a un precio de coste; pero en realidad ¿quién tiene tiempo para empezar a estudiar, ponerse a escribir, horas, días, semanas o meses, e incluso años, para que luego te rechacen en las editoriales? Las novelas rentables son los thrillers históricos o contemporáneos.
El cine es el destino deseado de las novelas negras. Para ello has de escribir una buena novela que tenga suspense y que sea de interés de un Agente literario que te busque un editor acorde con el tema, porque los editores de hoy en día no admiten ya novelas directas de los autores noveles. Una vez conseguido editar en una editorial que promocione el libro (una importante editorial como Planeta), podría ser que te llevasen a la Feria del Libro de Frankfurt, o Guadalajara en Méjico, por no hablar de Madrid. Es entonces cuando puedes recuperar tu pluma Montblanc, porque el éxito está asegurado, ya que la comprarán y se traducirá a varios idiomas. Es en este estamento cuando se interesan los directores de cine por las novelas, que es lo máximo que aspira el novelista. Pero esto es un sueño.
Lo que te acabo de contar es una utopía, muchos son los que escriben y muy pocos los que llegan, bien por falta de promoción, talento, y quizás llamémosle un poco de suerte en el juego de las carambolas. Tener un buen Agente literario es fundamental, y no es fácil, generalmente no quieren a noveles.
Antes de empezar a escribir una novela te has de leer por lo menos cuarenta novelas del estilo que deseas imitar o parecerte, nunca copiar, sino inspirarte en el estilo. Uno de los grandes vendedores de novelas y adaptaciones cinematográficas español es el cartagenero Arturo Pérez-Reverte, que vendió su pluma Montblanc (como vender tu alma al diablo) cuando era reportero en la guerra de Bosnia a un diablejo o duende del Territorio Comanche, La primera novela que publicó, con discreto éxito, fue El húsar en 1986, ambientada en el siglo XIX, a la que siguió, dos años después, El maestro de esgrima, cuya acción transcurre en el Madrid galdosiano (llevada al cine con gran éxito de taquilla). La siguieron El club Dumas y La tabla de Flandes (llevada al cine), que fueron las que lo hicieron conocido. Ya siendo un escritor de éxito, publicó en 1996 El capitán Alatriste, novela que daría comienzo a la saga sobre el Siglo de Oro español que le convirtió en un superventas (Serie de televisión). Lo cual no es sorprendente, ya que la gestación de Alatriste estuvo relacionada con la historia de un pendenciero de Flandes, su especialidad, porque la historia de España tiene mucho recorrido, pero, sin duda, nuestro complejo de inferioridad nos hace situar nuestras novelas en Manhattan o en Londres. Y hemos olvidado todo lo que España aportó al Nuevo Mundo.
Lo que hemos de tener en cuenta es que entre el arquero y la diana hay unos segundos de tiempo, donde el arquero ha empleado años de trabajo y esfuerzos para poder hacer como Ulises al tensar el arco al regresar a Ítaca. No existe el éxito sin esfuerzo y sin técnica, y con todo eso podría ser que no fuera un arquero para medallas ni de oro, ni de plata ni de bronce, siquiera de hierro. Así es la vida, unos lo logran y otros no, porque quizás nuestro empeño, nuestra diana no era el camino de nuestras cualidades, y sean, quizá, otros caminos que aún no hemos descubierto, como desarrollé en mi libro Tus zonas de éxito.
Es bueno escuchar y conocer las críticas, pero luego uno tiene que saber digerir y quedarse con lo constructivo, que mejore las futuras obras, porque como dijo Mariano de Larra «Escribir en España es llorar», y es cierto un siglo y medio después.