Hoy vamos a adentrarnos en las tendencias realistas y claro, plasmar una acción o describir un objeto fidedignamente, cuando más concreto mejor, carente de cualquier adorno o floritura, nos parecería que ese es el perfecto realismo y no es éste el caso, pues un testamento, la legislación de las leyes o describir un objeto fidedignamente, sin necesidad de ninguna comparación, serían las obras maestra del Realismo y no va esta nueva tendencia por estos derroteros.
Escribir con fidelidad la vida cotidiana, esa es la verdadera tendencia realista.
Se ha de tomar un punto de partida real, para pensar en el tema a tratar, huyendo de lo transcendente, teniendo en mente unas ideas claras de lo real, literariamente hablando, para llegar al final.
Partimos, conociendo que, esta pequeña introducción es válida para las tendencias que vamos a recordar hoy, en este pequeño artículo, repito es válida para:
El Realismo, Naturalismo, Impresionismo, Surrealismo y Arte otro.
El Realismo, surge en el siglo XIX para reaccionar contra el idealismo o ilusiones carentes de realidad, no contando tampoco, ¡claro! con el subjetivismo.
Con todo el bagaje de saber lo que “se cuece”, el escritor tiene donde echar man, para llegar al lector.
Los ambientes locales, frases coloquiales, sucesos, anécdotas y la realidad existente, lo es todo para sumergirse en la aventura de escribir de esta guisa, pero no a modo de una descripción o narración fidedigna, sino que ha de portar esa chispa de ingenio e inspiración, capaz de hilvanar el argumento, sin perder de vista lo real.
La realidad, la que sucede habitualmente, la que fluye y se palpa, es el principio para echar manos a la obra, con un toque de cualquier recurso estilístico, que no roce para nada lo etéreo e intangible.
Cualquier hecho narrado ha de poseer esa pequeña dosis de alguna que otra idea específica, para demostrar que la creatividad esta presente en cualquier tendencia.
Orientada en Wikipedia, resumo que:
Realismo es una corriente estética que supone una ruptura con el Romanticismo tanto en los aspectos ideológicos como en los formales.
La novela está escogida en esta tendencia, como el género literario por excelencia, estructurada en forma lineal y cronológica, con monólogos incluidos, tratando el cambio social y político, con su crítica correspondiente.
Aunque el Realismo, es la observación y descripción fidedigna de la realidad, existe el matiz para que se desenvuelva en la verosimilitud, narrando las historias como si fueran reales, con un lenguaje claro y conciso.
Cuando la literatura realista empieza a aflorar en el ocaso del Romanticismo, se daba mucha importancia a la defensa de los trabajadores.
Imperaba la idea de que el mundo se conocía a través del método científico, mediante el estudio empírico de las cosas.
Autores importante, y tenemos a Dickens en Inglaterra.
Flaubert, Stendhal y Victor Hugo en Francia.
Fedor Dostoyevski, Leon Tolstoi y Antón Chéjov en Rusia.
En España Leopoldo Alas “Clarín” y Benito Pérez Galdós.
Marc Twain en EEUU.
Entramos a recordar la tendencia naturalista, expresando que el Naturalismo es la exageración del Realismo, buscando una copia exacta de lo natural, con selección de rasgos biológicos y físicos y si eran de signo anímico, se tendía a lo turbio, y a lo primitivo del espíritu, con rasgos positivistas de Comte e influenciado por el arte experimental, que conlleva rebeldía y anarquismo.
Su fuente de inspiración son sucesos vividos y otros que se adaptaban, haciendo protagonistas a objetos y cosas abocando en lo verosímil, con el recurso estilístico de la prosopopeya.
El Naturalismo influyó en el Expresionismo, repasado en anteriores artículos y en el Tremendismo, para intrigar e impresionar al lector.
Echando mano a Wikipedia resumo que:
Naturalismo Literario es un arte o estilo artístico, emparentado con el Realismo, reproduciendo todos los aspectos de la vida como un documental, tanto los más sublimes como los más vulgares, desagradables o sórdidos.
Sus características son que:
Priva la objetividad ante la subjetividad.
Los temas están inspirados en las clases bajas marginales, en el pesimismo, en la parte oscura de la vida como: violencia, racismo, enfermedades …
Escrito con un lenguaje vulgar, se niegan a identificarse con los valores morales de burgueses de la época, quedando lejos pensar y plasmar lo feo o bonito o cualquier adjetivación análoga, antes bien, lo que les interesa es potenciar todo lo que sea relevante para empaparse de hechos.
Toda la literatura tiende a ser un espejo de la alta y baja sociedad, ya que la clase media siempre ha sido más comedida con los valores morales más equilibrados y por ello, no atraían sus vivencias.
Recordemos “La Barraca de Vicente Blasco Ibáñez, La Regenta de Alas “Clarín” y “Los Pazos de Ulloa” de Emilia Pardo Bazán.
Como final, recordemos que “La Aritmética en el amor” es una obra muy interesante de Alberto Blest .
Y pasamos a una nueva tendencia, que tanto ha impactado, sobre todo en la pintura y naturalmente también ha dejado su impronta en la pluma, pasaremos a la tendencia impresionista.
Así, el Impresionismo es una oposición al Clasicismo del siglo XIX, se aleja de todo lo establecido de las normas clasicistas y toda descripción poética, por ello se vale de sensaciones, para que el lector a través de ellas, reconstruya las escenas.
En vez de mostrarnos los objetos, personajes o hechos, nos dará pistas por medio de palabras, sugerencias y gustos, a modo de adivinanzas o sea algo parecido al método eurístico o socrático, que induciendo, se encuentra el camino despejado hacia el aprendizaje.
No se nos da nada, ya deducido, han de ser lectores activo, para hacer suyas, esas sensaciones a las que se alude.
Tenemos al escritor alicantino, nacido en Monóvar (Alicante), José Martínez “Azorín” que es un gran maestro del Impresionismo literario.
Otra tendencia realista, que no nos deja indiferente es el Surrealismo, que podrá gustar más o menos y vamos a recordarla.
Éste busca, explora e intuye para llegar a lo absurdo.
El poeta llega a sentir angustia para superarse y encontrar la originalidad deseada y piensa que el Impresionismo y el Naturalismo, ya no son aptos para seguir escribiendo, pidiendo a gritos un giro hacia otro modo de concebir el arte con otro modo de pensar y de escribir.
Y es que, cuando cualquier idea o modo de expresar lo bello, por experiencias generacionales, sabemos que hay cambios radicales y como ejemplo, esto lo apreciamos todos, en el mundillo de la moda.
Precursor del Impresionismo es el Dadaísmo, que le dieron vida las siguientes características:
Rechazar toda tradición, dejar muchos aspectos al azar, la importancia es del creador, o sea el escritor, se protesta ante cualquier convención y todo valor social, puede transformarse en arte,
La libertad es absoluta, no se casa con ningún estilo ni formato ni principios morales, todo con total espontaneidad, nada de disciplina.
Con todas estas características del Dadaísmo, no nos extraña nada, que el Surrealismo bebiera en sus fuentes y las hiciera suyas.
Pretende anular la distancia entre sueño y realidad, lo objetivo y subjetivo y se adentrará en los mares del subconsciente y lo inconsciente y así escapar al control de la razón.
Bretón, nos aconseja como ponerse a escribir de un modo surrealista:
Creernos que no somos geniales, recoger estímulos del espíritu, y aceptar que los caminos literarios, pueden llevarnos a cualquier parte.
Empezar a escribir por escribir, rápidamente , sin pensar en nada, no leer lo escrito y seguir, no releer nada, así obtendremos frases conscientes, que sin darnos cuenta aflorarán en nuestra mente
García Lorca y Pablo Neruda, son unos de los grandes cultivadores del Surrealismo de la poesía en lengua Castellana.
Por último analizamos la tenencia llamada “El Arte otro“ pues, se creía que el Realismo ya había tocado techo, pero no, con los avances científicos , se abrió una serie de posibilidades para el arte, el nombre de esta tendencia “El Arte otro” se comentaba que era provisional , y la verdad que yo solamente lo he leído en el libro de J. L. Micó Buchór, cuando yo estudiaba Magisterio, intenté ver que me aportaba Wikipedia y no topé con nada o no supe encontrarlo.
Vamos a bosquejar algo sobre este estilo.
En “El Arte otro” no desechó el realismo, antes bien, con el avance de la Física, la Química y el estudio exhaustivo de los átomos, nos descubren un mundo nuevo, unas realidades nuevas.
Reales son todo lo que aparece, cuando se ve cualquier mineral al microscopio, los dibujos caprichosos con que conseguimos cuando miramos las nubes, hecho que nos dice la Pareidolia que es el resultado del esfuerzo cerebral de interpretarlo, debido a innumerables estímulo, así se consigue que las siluetas de las nubes, nos parezcan animales, caras, monstruos y esto ocurre también en las esculturas naturales de la erosión, en manchas de humedad en las paredes…
Todo este mundo real nuevo, para estos buscadores de bellezas distintas, fue un tesoro.
Todas esas innovaciones, las dio a conocer, Michel Tapie en París en 1949 en la Exposición” “L’art Brut” llamada por los coetáneos “La estética del devenir.
Los adeptos de este “Arte otro” van movidos por atrapar apasionadamente la verdad y la realidad, buscadas desde las profundidades de su ser, además de con su intelecto, con su espíritu.
Pues los adeptos de estas realidades en la modalidad literaria, tenemos que , haciendo un poema a las cuevas de estalactitas y estalagmitas o a la cristalización de la nieve y otras muchas cosas más, estaremos de lleno en esta corriente de “El Arte otro “ en su acepción literaria.
Un ejemplo de esta tendencia en el “Arte otro” en Literatura, de un modo conceptual, no poético, lo captamos en ” La Náusea” de J. P. Sartre, donde apreciamos con bastante claridad, que las definiciones de este arte en pintura y escultura, inspiran esta famosa obra literaria o está todo el ambiente que se respiraba por entonces.
Tenía muchos conceptos en la sombra, al lograr emergerlos, me han hecho disfrutar, hilvanando como he podido todo lo investigado y recordado, para llegar al final poniendo en este artículo, mi trabajo con entrega e ilusión, para compartirlo con todos ustedes, que naturalmente, me alegraría sobremanera, hayan pasado un ratico agradable.