Es posible que la niebla disipada deje verte, pequeña exhalación de amorque fluyes como el aguade los cántaros frescos. Allí donde la ausencia hace nido en mis ramas muere el viento y en la sombra fugitiva la palabra brota en ignorado lugar del olvido. Mira mis ramas, niña, y aprende de ellas. Aún en los ciclos apenas conocidos esperan pacientes la vuelta circular del principio y fin donde todo termina pero nunca muere. Echa tu palabra a los vientos y mírala con tus ojos cómo brota repentina en un alma lejana que sólo tú sueñas. Cuando retorne estira tu mano y con tus dedos conviértela lentamente en tu simple sueño que se ha cumplido.
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