La tarde clavó su puñal en la herida roja del sol. El cielo está pintado: alguien pensó en él antes que lo perciba. El silencio se trepa en madreselvas de estío y en la rosa tardía los pétalos tiemblan fugaces paraísos en la huidiza memoria que a mi pesar perdura. Una música lejana se adueña de la casa con notas que escaparon de un alma, quizás atormentada en tibios brazos de olvido. Te miro, tarde y te persigo: ya no estás conmigo.
Magnifico poema escrito por Zizi Kessler , una talentosa mujer sin duda.