Ante el comunicado realizado en la tarde de hoy, 3 de agosto de 2020, por la Casa de Su Majestad el Rey, la Junta Directiva de la Hermandad Nacional Monárquica de España, hace saber a sus afiliados, simpatizantes y al pueblo español, lo siguiente.
- Con honda tristeza acompañamos en su decisión al rey don Juan Carlos quien, al decidir abandonar el territorio nacional, vuelve a dar nuevamente, una alta muestra de patriotismo, apartándose de España para no perjudicar a su hijo, S.M. el Rey don Felipe VI.
- Esta decisión, fruto de la confusa situación judicial y de una presión política y mediática asfixiante, es dolorosa, pero vuelve a poner de manifiesto el temple de don Juan Carlos a la hora de prestar un nuevo servicio a la Patria con el alejamiento de su propia persona.
- La Hermandad Nacional Monárquica de España expresa su gratitud y fidelidad a la inmensa obra pública de don Juan Carlos I durante su largo y fructífero reinado. Pocos soberanos españoles pueden mostrar un balance tan espectacularmente positivo, de paz, prosperidad, modernidad y desarrollo.
- La Hermandad Nacional Monárquica de España, desde sus orígenes, supo vislumbrar las cualidades de este monarca y, junto a él, también colaboró en el advenimiento de la monarquía parlamentaria y de la democracia a España. Por ello ahora no puede tener más que palabras de agradecimiento y de admiración hacia la figura de don Juan Carlos I.
- Como representantes cualificados de los monárquicos españoles queremos hacer llegar a don Juan Carlos nuestro mensaje de aliento y lealtad, haciéndole saber que no estará sólo el tiempo que pase fuera de nuestra tierra. El cariño y fidelidad de la Hermandad estarán siempre con su real persona.
- La Hermandad Nacional Monárquica de España va a continuar con su labor en pro de la Corona y la defenderá, tanto de sus enemigos tradicionales como de los arribistas que caminan, con desgraciada ceguera, hacia una preocupante fractura social.
- La Hermandad Nacional Monárquica de España manifiesta públicamente su fidelidad, cariño y lealtad absolutas a Su Majestad el Rey don Felipe VI, sabedora del momento de amargura personal por el que transita, pero consciente de igual modo que un Rey no se pertenece a sí mismo, sino a la Nación a la que sirve y representa.
En estos difíciles momentos, en los que la sociedad española está conmovida por la epidemia y la crisis económica; la marcha de don Juan Carlos supone otra triste nota que sólo puede esbozar una sonrisa en los enemigos de la libertad y de la Patria.
¡VIVA EL REY!
¡VIVA ESPAÑA!