Ordenando y clasificando poemas de hace ya un tiempo y otros actuales, amén de correspondencia, recuerdos de alumnos etc. , me topé con el poema titulado “Pensar”, lo desempolvé y como pasa con las canciones, que te hacen viajar a momentos muy especiales, recordé que me lo publicaron , no sé muy bien ,si fue en un periódico comarcal “Canfali” o en una revista semanal “El Picacho” de Jumilla , el caso es, que una compañera de clase cuando, lo leyó me dijo que, que cosas más raras se me ocurrían , he de decirles que, el poema no es de amor , ni de protesta ni religioso, por su título paree que se van a cuestionar hechos transcendentales, que se van a suscitar puntos de vistas diferentes por algún interrogante, no fue eso mi objetivo, aunque al final…
Solamente leer lo que porta el título, “Pensar” nos lleva a la célebre frase de Descartes, frase que un humorista en la alegría que sintió un caballo, cuando vio un saco de su alimento, lo interpretó de otro modo, ”Pienso, luego existo”, nos imaginamos al pobre animal satisfecho tras haber engullido la ración de su pienso, nada que ver con la frase que Descartes nos legó.
A mí se me ocurrió para divertirme, como un juego de frases concatenadas, que ensartándolas me harían sentir un sonsonete, tipo de salmodias o de canciones monótonas, pues la palabra pensamiento sale a la palestra, a cada momento, en todo el poema, como un runruneo.
Cuando lo tuve acabado, lo recité a algunas amigas y conocidas, a la vez que nos reíamos
Es que, bien pensado este poema, cuando lo lean, verán tiene su enjundia nos hará pensar con seriedad al final.
Me dio pie, para entrar en cuestiones más formales con las amigas de turno ¿de qué tratamos? eso se lo llevó el viento. Sabemos, que fuere el tema que tratásemos, cuando lo dirige un docente, y éste es mi caso, aflora la moraleja, ese deseo imperioso de que todo lo cuestionado, sería un granico de arena, para salvar al mundo.
Los poemas, bien lo saben los poetas, la inspiración sopla cuando y donde quiere, y algunos, se nos quedan grabados, porque nos costaron mucho concebirlos y otros porque surgieron casi en un en un santiamén, el que en breve van a leer, le di vida sin apenas darme cuenta
Bien, pues aquí lo tenemos:
Pensar
Estoy pensando un pensamiento, que no me deja pensar. Y para pensar mejor, he pensado huir de aquel pensamiento que no me dejaba pensar lo que en mente iba yo a pensar. El pensamiento volvió a huir, y me quedé otra vez con el pensamiento sin pensar. Pensé… ¿Por qué no pienso aquello que mi pensamiento quiere pensar? Pensé, que pensando así podía pensar pensamientos, deseables de pensar. Esta decisión de mi pensamiento, me hace pensar que el pensamiento es libre y nadie puede obstruir y nadie debe cortar la fluidez del pensamiento, que nos ayuda a bien pensar. ¿Piensas qué es bueno aprender a bien pensar? Claro que sí, piensa mucho, piensa quedo, y obtendrás un pensamiento tan profundo, tan profundo y eficaz, que pensarás que ese, es el pensamiento bien pensado que tu mente retenía por no querer bien pensar. ¿Has pensado que poco cuesta cuestionar, formular o recordar un pensamiento? Un pensamiento, inaudito, creativo, sincero, alegre, que fluya por tu mente, cuando te atreves a creer, que tú puedes, si quieres pensar ese pensamiento escondido pero tuyo, que tu podías y deseabas pensar. Sí, ya tengo ese pensamiento, que de mi mente acaba de aflorar vital, recio, justo… Pensando de esta guisa, se reconstruye la paz y pensando estas verdades estás empezando a amar. ¡ Anda amigo! Piensa, que el pensar hace más bella la vida, qué solamente la muerte, ausente de pensamientos obscurecerá tu mente y dejarás de pensar.