Distinguida Sra. Doña. Consuelo:
A estas horas de la madrugada, no podría obviar de entre los mensajes que acabo de remitirle con las respectivas colaboraciones para la Revista Digital, dirigirme tanto a Ud., como al resto de los Ilustres miembros de la Familia de la Hermandad Monárquica de España, haciéndoles llegar mi profundo afecto y cariño, transmitiéndoles todas mis fuerzas que no son muchas y el ánimo que brota de este corazón abierto a donarse a cuanto fuese necesario, por la situación extraordinaria que estamos padeciendo por la pandemia del Coronavirus.
Por favor, cuídense todos lo mejor que puedan y no desfallezcan ni un solo instante, porque tan sólo con el mensaje que ayer nos comunicó Su Majestad el Rey Don Felipe VI, merece la pena valorar la vida que Dios nos ha concedido.
Reciba un fuerte abrazo que hago extensivo a todas y todos.
Atentamente.