Excelso poeta Antonio Machado, llamaba, si quería, a su fiel musa, corriendo, acudía, patidifusa, y un poema dejaba adornado. Sólidas, bellas y ricas metáforas fluían regladas en un instante y él transcribía como fiel amante adelantándose como catáforas. Te pido recibas este homenaje sencillo, pero con el corazón, pues te lo ofrezco como aprendizaje, alegría, y gran admiración que, pasito a pasito, algún día estará mi musa en activación.