Y ahora está aquí frente a la ventana junto al hogar que ya encenderé. Pienso en la epístola de San Pablo que imaginó la armadura de Fe. El gato va a rodearla con garbo, el monte ennegrece con el cielo, en la noche estival estoy velando mas yo, para nada temo. Mi armadura está muda, sorda. Para nosotros no habrá pretexto observando el conflicto emocional de ahora se precisan sentidos bien atentos.