Muy Ilustres Señores y Señoras.:
Permítame transmitirle estas breves palabras de respeto, cariño y admiración, con motivo de
las entrañables y familiares Fiestas de la Navidad, deseándoles los mejores parabienes, dichas
y satisfacciones con un comienzo de año en el que se materialice algunos de Sus nobles
deseos.
Atentamente le saluda, testimoniándole la consideración más distinguida en mi nombre y que
humildemente hago extensible a mi esposa Alicia Inmaculada e hijos Rubén, Tamara, Judit y
Esteban, quiénes sienten por Sus Ilustres Señores y Señoras un gratísimo afecto y profundo
aprecio, al representar ese cúmulo de valores atesorados que protegen a toda costa con el
respeto y honor a los símbolos de la Nación; como la defensa de los valores monárquicos
recogidos en la Constitución Española y la defensa de los valores que encarnan a Su Majestad
el Rey y la Cultura Monárquica.
Distinguido Sr. D. Alfonso y familia:
Ya que me he ido de la dirección de El Monárquico, quiero aprovechar este espacio para despedirme personalmente, puesto que Usted ha sido el colaborador más fiel que hemos tenido, durante mi periodo al frente de esta revista digital. A través de sus artículos he podido ver y calibrar la calidad de persona que es usted y su familia: su esposa Alicia, y sus hijos Tamara, Judit, Rubén y Esteban. Quiero expresar mi admiración y simpatía hacia todos, por sus altas virtudes morales.
Personas como ustedes son las que hacen mantener y proteger España con los valores que cita en su Felicitación de respeto y honor. Necesitamos muchas familias que tengan las ideas tan claras como ustedes, que sepan dar la importancia que tiene y defender la monarquía parlamentaria, que no es otra cosa que respetar la Constitución.
Por todo ello, pienso que entre su familia y la mía hay un lazo invisible que nos une en unos mismos ideales y ambas tenemos un mismo referente: la monarquía. Quiero que sepa, en nombre de mi marido, Francisco Miguel y mis hijos, Consuelo, Francisco y Cecilia, que puede contar con nosotros más allá de los artículos, que, a pesar de la distancia kilométrica, nos sentimos unidos más que nunca a su familia, en estos momentos tan duros por los que atraviesa España y el mundo entero.
Y para acabar, Don Alfonso le deseo que este año 2021 que acaba de comenzar le vaya colmando de todos los sueños acumulados que aún no se han cumplido, tanto a usted como a su esposa Alicia y a sus cuatro hijos.
Un abrazo virtual. Consuelo Giner