Palabras mágicas son tus palabras, reflejo de pasión es tu mirada, palomas mensajeras tus pestañas. Serena eres tú y no lo ignoras. sencilla y perfumada como las rosas. De dulce tus andares que fascinan, y, para ello, tú no haces nada. Rendido mi corazón tienes al tuyo, que es de oro, y dejo que hagas con él todo lo que quieras, si quieres que florezca como un vergel dale abundante agua en primavera.