Cuando asesinaron a JFK en 1963 Jackie no se convirtió en presidenta, pero dos años antes durante una visita a Viena, hizo un acto parecido al de un presidente. En mayo de 1961 Kennedy se reunió con Nikita Kruschev en Viena para tratar de llegar a un acuerdo, entre ellos evitar una guerra nuclear entre la URSS y U.S.A, y ambos dirigentes fueron acompañados por sus esposas.
Nina Kruschev era todo lo contrario a Jackie, quien era elegante y sofisticada, en cambio ella era austera y rústica, pareciendo más bien una abuela y madre de familia que la Primera Dama de la URSS, incluso no le parecía bien que Jackie fumase en público y llegó a decirle que las mujeres soviéticas eran superiores a las americanas.
En Viena Jackie fue la protagonista en todas las recepciones, pero demostró estar a la altura de su rival durante una comida en el palacio de Schombrum con el presidente de Austria. Así lo relató su secretaria:
«Recuerdo una comida para el Sr Kruschev y la Sra Kruschev. El público afuera no paraba de vitorear Jackie, Jackie, Jackie. Entonces se levantó, se asomó a la ventana y saludó y el público enloqueció, pero nadie había gritado Sra Kruschev. Entonces Jackie se volvió y le dijo quieren verte a tí también, y las dos mujeres saludaron juntas y el público aplaudió, aplaudieron a la Sra Kruschev. Jackie hizo ahí un trabajo de presidente»
Dos años después Jackie mantuvo unido al país tras la tragedia de Dallas. Muchos tuvieron razón al decir que aquel día ella era el centro de atención del mundo y que todos los ojos estaban puestos en ella y que en realidad todo aquel ceremonial no fue por Jack, sino que fue por ella. Aquel día Jackie se convirtió en leyenda.
