sábado, abril 27, 2024

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ADIÓS AL ÚLTIMO BASILEUS

Βασιλεύς των Ελλήνων (Vasileus ton Ellinon) Rey de los Helenos, fue el cargo que obstentaron los miembros de la Casa de Glücksburg entre 1862 y 1974 cuando quedó abolida la monarquía en el país tras el referéndum organizado por la dictadura de los Coroneles, que estaba en su último año de existencia y en la posterior Transición griega, conocida como el Metapolítefsi.

Este pasado 10 de enero falleció Constantino II, el último Rey de los Helenos, aunque oficialmente ya no lo era desde hacía casi 50 años. Su muerte según el Primer Ministro de Grecia Mitsotakis cierra el episodio de una época turbulenta:

Su fallecimiento es, a nivel humano, el epílogo formal de un capítulo que se cerró y terminó con el referéndum de 1974. Mis más sinceras condolencias a la familia.

En sus últimos 200 años, desde que recobrara su independencia del Imperio Otomano, Grecia ha pasado por pocos períodos de paz, hay que decirlo. No obstante y pese a las dificultades que ha vivido es un pueblo que sabe recuperarse y que está curado en invasiones. Cuando se independizó en 1822 se adoptó por la república como forma de gobierno, sin embargo nunca fue reconocida como país por el resto de Europa, que a excepción de Suiza, era monárquica. Pasarían 10 años hasta que en 1832 Francia, Gran Bretaña y Rusia intervinieron militarmente para establecer en Grecia una monarquía, pacto acordado en la Conferencia de Londres de 1832, designando al Príncipe de Baviera Otto como primer Rey de la Grecia moderna.

Otón I reinó 30 años (1832-1862) pero no fue un Rey querido, a diferencia de su esposa, la Reina Amalia, cuyos jardines de Atenas fundó ella así como introdujo el traje nacional para las fiestas

populares y aprendió el griego, Otón hizo todo lo contrario. Apenas aprendió griego, prefería el alemán, siguió siendo católico y se negó a darle al país una constitución.

En 1843 el ejército y parte del pueblo se levantaron contra Otón I y le obligaron a otorgar la primera Constitución de Grecia, pero él siguió haciendo de su voluntad hasta que fue depuesto en 1862 y enviado de vuelta con su esposa a Baviera. Entonces se buscó a un nuevo Rey, y la elección cayó en el Príncipe de 17 años Jorge de Dinamarca, quien se convirtió en Jorge I tras votar la Asamblea Nacional griega por mayoría.

El reinado de Jorge I, el más largo de la historia moderna de Grecia, pues duró casi 50 años, se caracterizó por las incorporaciones territoriales de Grecia al mismo tiempo que el país se hacía un hueco en la Europa anterior a la I Guerra Mundial. El reinado de Jorge mejoró la economía, amplió los territorios de Grecia, restauró los Juegos Olímpicos en 1896 y la calidad de vida de la población mejoró en gran parte gracias al período de 1882-1900 que se conoció como Progreso Nacional. En cuestiones territoriales las tensiones con los Otomanos siguieron vigentes.

En 1913 el Rey fue asesinado por un anarquista mientras daba su habitual paseo por las calles de Atenas y le sucedió su hijo Constantino I quien reinó en dos ocasiones (1913-1917) y (1920-1922) pero su postura por los Imperios Centrales en la I Guerra Mundial le costó el trono, siendo sucedido por su hijo Alejandro I y bajo cuyo reinado Grecia ganó Esmirna como nuevo territorio.

El Rey Alejandro murió en 1920 de una mordedura de un mono y su padre volvió como Rey. Después de la desastrosa Guerra Greco-Turca de 1919-1922, Constantino I fue definitivamente depuesto y murió exiliado en Sicilia.

Jorge II, hijo de Constantino I, se convirtió en el nuevo Rey en el peor momento de su vida. La monarquía se encontraba en una posición precaria, pero fue aún más desacreditada después del fallido golpe de Estado que unos oficiales monárquicos intentaron llevar a cabo en octubre de 1923. Se pidió a Jorge que se alejara de Grecia tres meses, para que el Parlamento pudiera debatir sobre la permanencia de la monarquía. Aunque Jorge se negó a abdicar, se exilió a Rumanía con su esposa y fue oficialmente depuesto el 25 de marzo de 1924, fecha de la proclamación de la II República Helena. Sus bienes fueron confiscados, se le quitó la nacionalidad griega y la familia real se quedó en el exilio.

La II República Helena (1924-1935) no solucionó sin embargo los problemas del país que tuvo 23 cambios de gobierno, una dictadura y 13 golpes de estado. En octubre de 1935, el General Kondilis derrocó el gobierno de la República con un golpe militar y se proclamó Regente. Organizó entonces un plebiscito para legitimar su gobierno y para que el pueblo se pronunciara sobre la restauración de la monarquía. Esta fue aprobada por un 95% de votos favorables. El voto no era secreto y era obligatorio votar y de esa forma Jorge II regresó como Rey y autorizando al Coronel Metaxas a establecer una dictadura militar con él como Primer Ministro.

El Régimen de Metaxas (1936-1941) acabó con su muerte, al mismo tiempo que Alemania e Italia invadían Grecia. Jorge II y el gobierno escaparon a Egipto y posteriormente a Londres, desde donde dirigieron la liberación del país. Mientras tanto, un gobierno de mayoría comunista había sido establecido en la Grecia ocupada lo que hacía improbable una vuelta del monarca al país en 1945 cuando ya la guerra había terminado, pero en las elecciones de 1946 los monárquicos arrasaron y en el referéndum de ese mismo año un 69% votó a favor de que Jorge II volviera. El censo electoral había sido revisado bajo supervisión de los Aliados y los comunistas se abstuvieron. Pero la participación registrada fue del 90%. Estos resultados reactivaron la guerra civil que estalló en 1946 y duró hasta 1949, terminando con la victoria monárquica, pero en medio de aquella contienda Jorge II murió en 1947 y le sucedió su hermano Pablo I, padre del fallecido Constantino II.

El Rey Pablo I aún es recordado con cariño por quienes vivieron bajo su reinado y lo conocieron. Gracias a él Grecia se libró de caer bajo la URSS y fue añadida en el Plan Marshall. En los años 50 la Reina Federica patrocinó mediante un crucero de royalties por el Egeo el turismo en Grecia. Gracias al turismo y al apoyo americano Grecia se fue recuperando y el país se convirtió en destino turístico favorito de los europeos. En 1952 se adoptó una nueva constitución que establecía una separación de poderes entre el monarca y el parlamento.

Pablo I fue el primer monarca griego en visitar a un jefe de Estado turco. Sin embargo las relaciones con el Reino Unido se deterioraron por la cuestión de Chipre que logró finalmente su independencia en 1960. En 1962 Grecia entera se vistió de gala por la boda de la princesa Sofía con el príncipe Juan Carlos y aquella boda fue por desgracia, el canto del cisne de la corona griega, y la última vez que el pueblo griego mostró un júbilo a nivel popular y amor por sus reyes. Pablo I murió en 1964 y le sustituyó su hijo Constantino II de apenas 24 años. Era muy joven y al igual que su padre tuvo enfrentamientos con el Ministro Karamanlis, al mismo tiempo la situación económica del país empeoraba día a día y la victoria de Papandreu y la izquierda hacían avivar los rumores de un golpe de estado por parte de los militares y la derecha conservadora.

El 21 de abril de 1967 tuvo lugar el Golpe de Estado de los Coroneles dirigido por Papadopoulos, Constantino II, a fin de evitar un baño de sangre, aceptó colaborar con la Junta Militar, pero en los días siguientes más de 10.000 personas fueron detenidas arbitrariamente sin juicio.

Habiendo cometido un craso error el Rey trató de frenar a los militares, dando un contragolpe el 13 de diciembre de aquel mismo año en Kavala, pero este fracasó y Constantino II se exilió a Roma con su familia. Constantino no regresó a Grecia durante todo el resto del gobierno militar, y de hecho nunca regresó como Rey.

La Dictadura de los Coroneles acabó en 1974 y ese mismo año se abolió también la monarquía por referéndum. A diferencia de los militares, Constantino II nunca fue juzgado, aunque se le denegó la entrada en su país. Solo pudo volver en 1981 para enterrar a su madre la Reina Federica y con un permiso de 24 horas.

No fue hasta 2004 cuando el antiguo Rey pudo empezar a visitar su país regularmente, trabando incluso amistad con algunos presidentes de la actual república griega. En 2013 el gobierno griego levantó del todo el exilio a la familia real y estos pudieron volver a pisar suelo patrio, mismamente les devolvieron algunas propiedades para que las habitaran.

Con la muerte del último Rey de los Helenos llegamos al final de este artículo. Constantino II era muy joven cuando se convirtió en Rey y cometió errores. Pese a la mala prensa que ha tenido, hay algo que no se puede negar y es que amó a Grecia, pese a que no supo cuidarla bien. A diferencia de otros monarcas que murieron en el exilio él al menos ha podido morir en su tierra natal. Será enterrado en el cementerio real del palacio de Tatoi donde descansan todos los miembros de su familia, pero sin funeral de estado pese a su antiguo estatus de Rey. Que descanse en paz y que la historia no sea muy cruel con él.

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