viernes, abril 26, 2024

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Imperial y Real Orden de San Esteban de Hungría

Estimadas autoridades, representación del Ateneo Mercantil de Valencia, damas, caballeros, amigos y asistentes todos a esta quinta conferencia de la primera parte del ciclo de conferencias que el Ateneo y yo mismo, vamos a dedicar a las grandes órdenes militares, de caballería y hospitalarias. Sed bienvenidos y espero/esperamos, que esta serie de conferencias sea [1], conocida esta batalla, como la Batalla de Mohi, en la que perecieron la mayoría de los que participaron en ella.

A principio de 1242 los mongoles abandonaron el reino para volver a sus tierras y comenzó el proceso de reconstrucción de las ciudades y aldeas totalmente destruidas por los invasores, y entre ellas, numerosas construcciones de la Orden que quedaron total o parcialmente destruidas.

En 1247 La Orden de San Esteban de Hungría recibió del rey Bela IV de Hungría (1206-1270), los territorios de Szöreny y una parte de los territorios bajo control de las tribus paganas cumanas. A cambio de este regalo real hacia la Orden, el monarca esperaba que los caballeros estefanitas colaboraran en la construcción del sistema defensivo de castillos, que también estaban en muy malas condiciones, para repeler un posible futuro ataque mongol, pero incomprensiblemente, pues del reino de Hungría habían recibido muchos favores, así como tierras y otras promisiones, los caballeros estefanitas no quisieron ayudar a su rey. Hasta la fecha se desconocen las razones por las cuales no contribuyeron en la labor de reconstrucción del reino como lo ordenó el rey.

La Casa de Árpad fundada en 890 por el príncipe Árpad, llamado “el Conquistador” (840?-907), de la cual San Esteban I creó el reino de Hungría en 1000, finalmente desapareció en 1301 con la muerte del rey Andrés III de Hungría (1265-1301), pues, su única hija, Isabel de Hungría, llamada “la virgen” (1292-1338), fue enviada a Viena y luego ingresada en un convento donde se hizo religiosa dominica.

Así, una serie de aspirantes al trono húngaro aparecieron reclamándolo, pero tras un tira y afloja de unos nobles oligarcas. Wenceslao III de Bohemia (1289-1306) y Otón III (1261-1312) duque de Baviera, renunciaron a la corona, haciendo que se coronara como rey, Carlos I Roberto de Hungría (1288-1342) llamado Carlos Roberto, o Caroberto de Anjou, al cual apoyaban al 100% los caballeros de la Orden de San Esteban. Pero para asegurarse el poder real, Carlos Roberto tuvo que enfrentarse a numerosos nobles húngaros que habían adquirido una cantidad tal de poder, que ponían en peligro la autoridad del rey.

Como consecuencia de esa disputa de poder, el 15 de junio de 1312, Carlos Roberto y la familia del fallecido Nádor de Hungría, Amadeo Aba (1240? -1311), libraron la Batalla de Rozgony, donde las tropas de Carlos Roberto ayudadas por los caballeros de la Orden de San Esteban, consiguió derrotar a la liga del noble Mateo (III) Csák (1260 o 1265-1321) y los hijos de Amadeo Aba.

En 1382, después de la muerte del rey Luis I de Hungría, llamado “el Grande”, o, “el Húngaro” (1326-1382), hijo de Carlos Roberto, al no tener herederos varones nombró como su sucesor al hijo de uno de sus mejores aliados, el pequeño de 13 años llamado Segismundo de Luxemburgo (1368-1437). Sin embargo, su toma de poder fue caótica y precedida por grandes conflictos políticos y militares encabezados por la viuda de Luis I, Isabel Łokietek (1305-1380), quien no quería que su hija María I de Hungría (1371-1395) se casase con el heredero que el rey había escogido para ella.

Finalmente María I de Hungría reinó por breve tiempo, de 1382 a 1385, y tras ello, en 1387 tomó posesión del reino de Hungría quien su padre había designado como rey antes de morir, Segismundo de Luxemburgo, el cual tomó el control total de Hungría, pero para desgracia de la Orden de San Esteban, este monarca no simpatizaba con los caballeros y hospitalarios estefanitas, y aun así, el monarca toleró y permitió su existencia, aunque pidió la confirmación papal de la Orden y que el canónigo de Estrigonia, Matías Martini, fuese el magistrado de la misma en las sedes unidas de Szentistván, Szent Lázár y Szentháromság. De esta manera, el papa Eugenio IV (1383-1447) en 1445 a petición del magistrado de las tres residencias unidas, las reformó, cambiando su estructura para convertirla en un cuerpo colegiado.

El 29 de agosto de 1526 tuvo lugar la Batalla de Mohács entre el ejército húngaro de Luis II de Hungría (1506-1526), y el ejército otomano de Solimán el Magnífico (1494-1566) la cual acabó con la derrota del ejército húngaro.

Los restos de la Imperial y Real Orden de San Esteban de Hungría, pues el rey Segismundo de Luxemburgo estaba haciendo estragos en ella, participaron en dicho enfrentamiento en el que murió el rey Luis II de Hungría (1506-1525), y la mayoría de los cabaleros del ejército húngaro. Tras esta batalla los ejércitos otomanos invadieron todo el reino incendiando inmuebles y asesinando a civiles y religiosos por igual. En esta masacre, destruyeron varias iglesias de la orden húngara de los paulinos e iglesias y hospitales de la Orden de San Esteban. Asimismo, asesinaron a muchos caballeros y religiosos de ambas órdenes.

Después de esta batalla, y estando Hungría bajo el poder otomano, se pierde totalmente el rastro y los registros sobre la Imperial y Real Orden de San Esteban de Hungría, que, se supone que no sobrevivió a los primeros años de la ocupación turca.

Unos 238 años después de esta fatídica batalla, en el siglo XVIII la reina María Teresa I de Austria (1717-1780), la cual también reinó en Hungría entre 1740 y 1780, sentía una especial simpatía por el pueblo húngaro, puesto que éste la había ayudado a acceder al trono. Así que, mostrando a los húngaros su gratitud, y reconociendo y honrando la gran nobleza húngara de su Imperio, en 1764 fundó una orden de caballería, conocida como la Orden Real de San Esteban, y con ella creó una Medalla de Condecoración.

Esta Orden escribió su historia hasta 1938, año en que el regente húngaro Nicolás Horthy de Nagybánya (1868-1957), asumió la conducción del reino de Hungría y esta Orden, pues en 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial, y tras ella, en 1945, la llegada del régimen comunista soviético, supuso el fin de la Real Orden de San Esteban que fundó la reina María Teresa I de Austria.

Mas, esta reina, la reina María Teresa I de Austria, de esta manera promovió su posición como Reina de Hungría y reforzó la posición autónoma de Hungría dentro del Sacro Imperio Romano Germánico. Y a pesar de que la Orden primigenia tuviera su semilla en la Jerusalén de la Primera Cruzada, y posteriormente en Hungría tuviera gran importancia como hospitalarios y como caballeros que participaron en diferentes contiendas, se considera a la reina María Teresa I de Austria, reina de Hungría, como la fundadora de la Orden, aunque esta fundación tan sólo fuera como una condecoración meritoria, la cual, según sus estatutos originales, tan sólo permitían 20 Grandes Cruces, 30 Comendadores y 50 Caballeros que debían ser «distinguidos por su virtud, mérito y nobleza».

Las recompensas de la Orden tienen una categoría única, la Gran Cruz de la Orden de san Esteban de Hungría.

El rango de Caballero Gran Cruz se consideraba tan importante que el Emperador se dirigía a ellos como «primos». Las insignias debían ser devueltas a la Cancillería de la Orden tras la muerte del titular. Como curiosidad comentar que no existió sección militar de esta Orden.

La insignia de Comendador es una cruz verde esmaltada fileteada de oro. En su centro un medallón rojo esmaltado cargado con una cruz blanca patriarcal que sale de un montículo verde coronado. A ambos lados de la cruz se muestran las letras M y T en oro, que son las iniciales de la fundadora de la Orden María Teresa, y todo ello rodeado por una corona circular blanca con la leyenda latina «Publicum Meritorum Praemium», que podría traducirse como “Recompensa Meritoria Pública”. El conjunto se une a su cinta mediante una corona real húngara dorada. La cinta es de color verde con una franja central de color carmesí.

El Gran Collar es de oro, y se compone de coronas de Hungría unidas alternativamente por los monogramas de San Esteban, «SS», y de la fundadora de la Orden, «MT»; el centro del collar está formado por una alondra volando rodeado por el lema «Stringit amore» (“Mordeduras de amor”).

Para fines ceremoniales se reglamentó un conjunto de vestiduras de honor propios de la Orden, siguiendo la tradición de otras Órdenes como la Orden del Toisón de Oro y la Orden de la Jarretera. Las ropas eran carmesí y verde, y estaban forradas de armiño.

Para ingresar en la Orden, los postulantes era preciso que probaran su condición de nobleza.

Con la intención de poder mostrar, más cómodamente su condición de miembros de la Orden en el servicio palatino, se permitieron dos variantes de su insignia:

Insignia de Caballero Gran Cruz para uniforme de servicio de gala.

Esta versión sustituye la placa de pecho por la miniatura de la placa sobre la cinta.

Insignia de Comendador para uniforme de servicio de gala.

Esta versión sustituye la venera al cuello por la miniatura de la corona real húngara sobre la cinta.

La iglesia de Santo Stefano dei Cavalieri situada en el centro de la ciudad de Pisa, en la plaza de los Caballeros, proyectada por Giorgio Vasari (1511-1574) y David Fortini, en 1569, está consagrada a la Real Orden de San Esteban de Hungría. Su fachada de mármol blanco, rosa y verde mezcla columnas, pilastras y drapeados con el escudo de los Médicis y la Cruz de San Esteban, la cual está compuesta por un madero central atravesado por dos de diferente tamaño en su parte superior, siendo el inferior el de mayor tamaño.

En 2011 la Orden de San Esteban de Hungría fue recreada como una condecoración estatal oficial, siendo el Gran Maestre de la Orden, el presidente de la República de Hungría, y es otorgada a quienes son dignos merecedores de ella.

Con esto amigos, he realizado un breve paseo a través de la historia de la Imperial y Real Orden de San Esteban de Hungría, que espero que haya sido de vuestro agrado.

En la próxima conferencia, y última de esa primera parte del ciclo, hablaremos de la Orden de Calatrava.

Espero que haya sido de su interés, y les emplazo a todos a asistir a la siguiente conferencia que se realizará Dios Mediante el día 4 de abril, hasta entonces, tengan, todos, una buena vida.

Bibliografía

Libros

Tratados, Convenios y Declaraciones de Paz y de Comercio. Alejandro del Cantillo

¿De ejemplo a ‘mancha’ de Europa? Christiana Brennecke

Historia de un siglo. Alfonso Reyes

Páginas Web

Wikipedia

Salón del Trono

Doce Linajes.org

Asociación Cruz de Malta

Hispanismo.org

Geneanet

Firmado: Juan Benito Rodríguez Manzanares


[1] Denominación con la que una comunidad de hablantes se refiere a un lugar que se encuentra fuera del ámbito de influencia de su propia lengua.

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